En plena jornada de paro de los trabajadores del Hospital Garrahan, el ministro de Salud de la Nación, Mario Lugones, lanzó un fuerte mensaje en redes sociales y apuntó contra la administración del centro pediátrico. «El problema del hospital nunca fue solo de recursos, sino de gestión y eficiencia«, aseguró. El reclamo salarial se profundizó en los últimos meses por el ajuste presupuestario impulsado por el Gobierno.
Mientras los empleados marchaban por el centro porteño, exigiendo una recomposición salarial y denunciando recortes, Lugones reafirmó su postura: “Estamos reordenando el Garrahan para terminar con los curros legales y la mala gestión”. En su publicación, también destacó que el hospital sigue siendo “el centro pediátrico más importante del país” y un “referente regional en trasplantes”.
Defensa oficial y críticas cruzadas
El funcionario sostuvo que el presupuesto fue incrementado durante su gestión y que se eliminaron privilegios. “Cada peso tiene que ir donde corresponde: a la salud”, afirmó. Sin embargo, evitó dar detalles concretos sobre el destino de esos fondos. «Aumentamos el presupuesto un 274%, muy por encima de la inflación acumulada del 117,8%«, dijo, aunque no presentó fuentes que respalden esos números.
En contraste, la Fundación Soberanía Sanitaria difundió un informe que indica que el Garrahan sigue operando con el mismo presupuesto nominal que en 2024, lo que impacta directamente en los salarios, la infraestructura y los recursos necesarios para mantener la atención médica de alta complejidad.
Salarios por debajo de la línea de pobreza
Los trabajadores aseguran que desde diciembre de 2023 renunciaron al menos 220 profesionales, y que los sueldos actuales no alcanzan para cubrir la canasta básica. Según datos de la Asociación de Profesionales y Técnicos, un médico cobra $6 mil por hora profesional, frente a los $11 mil a $27 mil que paga el sector privado. El reclamo principal es una suba del 100% para superar la línea de pobreza.
Desde el Ministerio de Salud, en cambio, afirman que en 2024 hubo 56 renuncias y 24 más en lo que va de 2025. También niegan que haya áreas reducidas o servicios suspendidos, y aseguran que las bajas asistenciales se cubren de manera inmediata.
La tensión entre los empleados y el Gobierno nacional se intensificó a partir del cambio de gestión. “Antes, al menos, había diálogo. Ahora cerraron las puertas”, expresó la enfermera pediátrica Georgina Duarte, quien remarcó que desde la asunción de Javier Milei no hubo nuevas instancias de negociación.
Un hospital clave en crisis
El Hospital Garrahan es una de las instituciones pediátricas más relevantes de Argentina. Solo en 2024 atendió más de 407.000 consultas externas, lo que refleja el nivel de demanda y su papel dentro del sistema público de salud. Sin embargo, los recortes y la falta de diálogo están afectando su funcionamiento.
«Los médicos tienen que hacer lo que mejor saben: salvar vidas«, escribió Lugones. Pero mientras el Gobierno de Javier Milei insiste en hablar de eficiencia, los profesionales piden condiciones básicas para trabajar. El conflicto sigue abierto y la respuesta oficial, por ahora, llega más por redes sociales que en las mesas de negociación.