El equipo económico del Gobierno nacional atravesó una semana compleja. La cotización del dólar oficial escaló hasta tocar los $1.300, muy lejos del piso de la banda cambiaria que el Ejecutivo busca mantener. Mientras tanto, la suba de tasas en pesos —una de las principales herramientas de Caputo para frenar esa presión— mostró resultados limitados, y generó nuevas alertas entre analistas y operadores.
Tras el fin de las Letras de Financiamiento (LEFI), utilizadas por los bancos para absorber liquidez de corto plazo, el mercado quedó con $10 billones sueltos. Esto impulsó la demanda de dólares. Para evitar que esa presión se traslade a los precios, el Gobierno lanzó nuevos instrumentos como Lecaps y pases, con tasas del 36% anual. Sin embargo, el dólar subió casi un 7% en apenas dos semanas.
Advertencias del mercado: presión sobre la actividad
Desde GMA Capital aseguran que el actual mix de «tasas altas y dólar intervenido» sostiene el esquema macroeconómico solo de forma temporal. “Mientras que la apertura del cepo fue casi perfecta, el reemplazo de las LEFI por Lecaps fue mucho más desordenado y sorprendió al mercado”, advirtieron.
Según el Grupo IEB, el desarme de las LEFI tuvo un fuerte impacto sobre la liquidez y generó desequilibrios. La estrategia del Gobierno parece centrada en un objetivo político: mantener el proceso de desinflación hasta las elecciones. Para ello, se asumen costos elevados, como el encarecimiento del crédito. Las tasas para adelantos a empresas llegan al 38% TNA y los préstamos personales al 66%, lo que golpea de lleno a la actividad económica.
El rol del Tesoro y la apreciación cambiaria
A pesar de la presión cambiaria, el Banco Central mantiene su compromiso de no intervenir en el mercado oficial si el tipo de cambio no toca el piso de la banda. Pero el Tesoro, en cambio, realizó compras por fuera del mercado de cambios por unos US$900 millones, según datos de GMA.
Esto refuerza el cumplimiento de las metas con el FMI y asegura divisas para futuros vencimientos. Pero también genera incertidumbre: ¿el nuevo nivel de $1.260 se asume como un nuevo piso? En términos de competitividad, el tipo de cambio real mejoró un 4% en el mes, situándose en niveles similares a 2017, lo que puede favorecer el saldo de la balanza externa.
El dólar sube y el riesgo país también
Desde la consultora LCG celebran que el tipo de cambio suba dentro del actual marco de flexibilidad. En los últimos 30 días, el dólar se apreció 8% en términos reales frente a una canasta de monedas, y 16% desde el inicio del año. Esto es clave frente al déficit externo proyectado para los próximos meses.
No obstante, preocupa que, mientras el Gobierno intenta contener la presión cambiaria con intervenciones indirectas y tasas elevadas, el Tesoro siga absorbiendo oferta de divisas. Esta contradicción suma incertidumbre en el frente financiero.
El riesgo país, por su parte, sigue en alza y ya roza los 770 puntos básicos. Esto limita al Gobierno para obtener financiamiento externo, incluso tras la mejora en la calificación soberana otorgada por Moody’s.
El desafío: sostener reservas y credibilidad
Federico Filippini, jefe de Research & Strategy de Adcap Grupo Financiero, advierte que los inversores aún desconfían de la factibilidad política de aplicar reformas estructurales. Sin ellas, el crecimiento sostenido sigue siendo una promesa lejana.
No obstante, señala que la reciente compra de reservas por parte del Tesoro podría anticipar un escenario más favorable si el oficialismo logra un triunfo contundente en octubre. “Eso podría impulsar la tan esperada baja del riesgo país”, concluyó.