Después de años alejado de la televisión, Mario Pergolini volvió a la pantalla chica con todo. Hace algunas semanas el conductor debutó en la pantalla de Canal Trece con su talk show Otro día perdido. Allí recibe a importantes figuras del mundo del espectáculo y genera desopilantes encuentros.
En esta oportunidad Mario Pergolini recibió en su programa a Martín Bossi, que sorprendió a los televidentes con una fuerte confesión. Y es que en plena pandemia fue denunciado por sus propios vecinos por un hecho insólito: como se encontraba en plenos ensayos para Kinky Boots, debía caminar 24/7 con tacos.
Para meterse de lleno en el personaje de Lola, Martín Bossi debía practicar la caminata con tacones altos, pero el ruido de los tacos llevó a una fuerte confusión en la vecindad. “Pensaban que rompía el aislamiento y que entraban mujeres a mi casa. Me revisaban el baúl, el asiento de atrás… yo no entendía nada”, reveló entre risas.
Incluso una noche golpeó su puerta la seguridad del country: “Me preguntaron si había alguien más en casa porque los vecinos escuchaban tacos”. Pero cuando abrieron la puerta, lo vieron con las botas puestas, lo que por fin le puso fin al misterio: «Nos reímos todos, se terminó el misterio”.
Martín Bossi abrió su corazón
En una reciente entrevista, Martín Bossi se animó a hablar del fallecimiento de su padre: «47 años tenía, un nene. Cáncer de páncreas. No me olvido más: estábamos jugando al tenis y de pronto lo vi amarillo. Me iba ganando 5-3. Fue el último set que jugué con él… Pasó que él me había comprado la raqueta Prince Woody».
«Poco antes de partir habíamos tenido una charla. Me mira y me dice ‘Acordate, no hagas boludeces imitando cancioncitas. No le des disgustos a mamá. Sé un tipo serio’. Me acuerdo que después del velorio salí a correr y pensaba: tengo mi familia a cargo. Por eso, me jode cuando a veces me dicen ‘Nunca asumís la responsabilidad de formar una familia’», siguió.
«¡Cómo! A los 17 años me hice cargo de una mujer de 42 y de una hija de 14. O sea, Mariano, ¡tuve que alimentar a mi familia dando clases de tenis! ¡Yo no sabía ni subir a una escalera para cambiar una lamparita! Supongo que es sentido de supervivencia, hacerme cargo de mamá, una nena de 14 y aledaños…», expuso Martín Bossi.
