La reconocida ex boxeadora Alejandra Locomotora Oliveras fue internada de urgencia el pasado lunes 14 de julio luego de sufrir un ACV isquémico que obligó a los médicos a realizarle una cirugía en menos de 72 horas. La intervención resultó clave para estabilizar su estado, que en un primer momento se consideró crítico. En las últimas horas, se conoció que su cuadro experimentó una leve mejoría, aunque el pronóstico continúa siendo reservado.
Durante el programa Lape Club Social Informativo (América TV), el periodista Leo Paradizo compartió novedades alentadoras sobre el estado de salud de la excampeona mundial: “Está evolucionando favorablemente, con parámetros fisiológicos estables”, señaló. También detalló que la última tomografía realizada mostró un leve progreso respecto al estudio previo a la intervención quirúrgica, aunque insistió en que todo se evalúa “día a día”.
Qué le ocurrió a la Locomotora y por qué fue operada
El neurocirujano José Carlos del Sastre, encargado de realizar la cirugía, explicó en el mismo programa que la boxeadora fue internada entre el domingo y el lunes, y que el diagnóstico fue un ACV isquémico, es decir, una obstrucción en una arteria cerebral. Esta condición no evolucionó de manera favorable y generó un edema que, al no ser tratado con rapidez, podría haber provocado un desenlace fatal. “El cerebro se empezó a hinchar, y como no puede expandirse, comenzó a comprimir otras zonas, lo cual ponía en riesgo su vida”, afirmó el médico.
La intervención consistió en una craneotomía descompresiva, procedimiento que implicó retirar partes del hueso craneal para que el cerebro tuviera espacio donde expandirse. Según relató el especialista, se extrajeron regiones de los huesos frontal, parietal y temporal, y se abrió la dura madre, la membrana que recubre el cerebro. “Eso permitió que el cerebro pudiera ‘latir’, algo que para nosotros es un signo positivo”, explicó.
Qué dicen los médicos sobre su evolución
A pesar del avance observado, el médico remarcó que la situación sigue siendo delicada y que la evolución dependerá de las próximas horas. “Hubo una leve mejoría, pero esto es día a día. El tiempo nos irá diciendo cómo evoluciona”, dijo del Sastre con prudencia. Aclaró además que el procedimiento no resolvió el problema principal, sino una consecuencia secundaria del infarto cerebral. Por eso, si bien la operación fue exitosa en términos técnicos, el estado neurológico de la paciente sigue siendo una incógnita.
Durante la cirugía, los médicos notaron un cerebro tenso, sin los surcos visibles habituales y con un tono pálido, lo que indicaba una presión intracraneal elevada. No obstante, minutos después de abrir la dura madre, esa tensión comenzó a disminuir. “Cuando el cerebro acompaña el latido del corazón, decimos que hay mejoría. En este caso, eso ocurrió”, explicó el profesional.
El futuro de Oliveras, entre la esperanza y la cautela
Por ahora, los partes médicos generan una luz de esperanza entre familiares y seguidores de “La Locomotora”, pero los especialistas mantienen la cautela. El tipo de ACV que sufrió puede generar complicaciones impredecibles, por lo que se debe monitorear su evolución con extremo cuidado en las próximas 72 horas. Aunque hubo signos positivos, los profesionales coinciden en que el proceso de recuperación será largo y complejo.
El caso de Alejandra Oliveras mantiene en vilo al mundo del deporte argentino. Su lucha actual, esta vez fuera del ring, es quizás una de las más importantes de su vida. Como en tantas batallas pasadas, queda esperar que vuelva a levantarse.