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Evo Morales se atrincheró en el Trópico y el Gobierno denunció que está protegido por civiles armados

El ministro de Gobierno advirtió que el expresidente cuenta con tres anillos de seguridad y estaría rodeado por personas extranjeras fuertemente armadas. La tensión política crece a un mes de las elecciones.

Evo Morales
Meta descripción: El Gobierno boliviano denunció que Evo Morales está protegido por civiles armados y extranjeros en el Trópico de Cochabamba, su bastión político.

El Gobierno boliviano denunció que Evo Morales está rodeado por un sistema de protección compuesto por civiles armados y personas extranjeras en Lauca Ñ, su bastión político en el Trópico de Cochabamba. Según el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, el exmandatario se encuentra protegido por tres anillos de seguridad. En el primero, aseguró, hay extranjeros armados cuya nacionalidad no fue revelada.

El segundo círculo está integrado por dirigentes radicales del Movimiento al Socialismo (MAS), mientras que el tercero está formado por militantes con escudos y lanzas artesanales. “Es información que nos han compartido compañeros del Trópico”, afirmó Del Castillo. La zona se transformó en un enclave simbólico donde Morales permanece desde que se dictó una orden de captura en su contra.

Un refugio con vigilancia y estructuras defensivas

Lauca Ñ es el corazón de la federación cocalera que Morales lideró por décadas. La región, de difícil acceso para el Estado, está vigilada con torres de control, caminos bloqueados y estacas como defensa. Allí, Morales resiste desde que la justicia lo investiga por trata agravada de personas. Se lo acusa de haber mantenido una relación con una menor de edad y de ser padre de una hija nacida de ese vínculo.

La causa, iniciada en 2020, recobró impulso a fines de 2024, cuando la Fiscalía emitió una nueva orden de detención. Pese a eso, ningún operativo logró ingresar al Trópico. En junio, tras protestas convocadas por sus seguidores, la Policía se retiró del territorio, dejando como saldo seis muertos.

Desde entonces, el Estado perdió el control total de la zona. Solo permanece allí una base de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico, que funciona de manera aislada. El Gobierno intentó avanzar en un acuerdo para reingresar con la Policía Nacional, y aseguran que ahora también hay presión de vecinos cansados de participar en vigilias forzadas.

Ruptura en el MAS y conflicto por el control político

La fractura entreEvo Morales y el presidente Luis Arce marcó la interna del MAS. Morales acusa a su sucesor de traicionar el proyecto político compartido, mientras que Arce intenta despegarse de su figura. El Tribunal Electoral confirmó que Morales no podrá ser candidato, al haber gobernado tres periodos consecutivos.

Aun así, Morales insiste en competir y busca otras vías para postularse. Su estrategia se centra en resistir desde su bastión y mantener viva la presión callejera. En este contexto, la denuncia sobre civiles armados y extranjeros refuerza la narrativa de que Morales opera al margen del control institucional.

Aunque el Ejecutivo no mostró pruebas de la presencia de extranjeros, la geografía y la historia del Trópico de Cochabamba alimentan las sospechas. La región ha sido señalada por su vínculo con el cultivo de coca y por tener formas de control territorial paralelas.

Con las elecciones a un mes, el conflicto se vuelve más tenso. Bolivia enfrenta una situación inédita: un expresidente sin candidatura, bajo investigación judicial, atrincherado y, según el Gobierno, protegido por fuerzas externas. La figura de Evo Morales, lejos de desaparecer, sigue alterando la frágil estabilidad del país.