El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, redobló este jueves su presión sobre los socios parlamentarios de Pedro Sánchez y los instó a provocar un adelanto electoral ante los escándalos de corrupción que golpean al oficialismo en España. Desde la sede del PP en la calle Génova, en Madrid, el líder opositor afirmó que el destino del Gobierno «ya no depende de Sánchez, sino de quienes lo sostienen».
«Si los socios van a pasar de encubridores a cómplices de la corrupción generalizada en España, no lo sé. Lo que sí sé es que nuestra obligación es estar preparados para cuando digan: ‘Se acabó’», sostuvo Feijóo, en referencia a los partidos catalanes y vascos que permitieron la reelección del socialista en 2023.
Aunque evitó referirse a una moción de censura, Feijóo reconoció que carece de los votos necesarios para desplazar al presidente. «No me faltan ganas, me faltan votos», había admitido semanas atrás en el Congreso. La Constitución española exige mayoría absoluta (176 votos) para que una moción prospere.
En 2018, Sánchez accedió al poder tras la única moción de censura exitosa de la democracia española, que terminó con la salida de Mariano Rajoy, también del PP. Hoy, ese escenario luce lejano, pero los conflictos judiciales que afectan al entorno del jefe del Ejecutivo podrían reconfigurar el tablero.
El cerco judicial al PSOE
Las investigaciones sobre presuntas coimas que involucran a colaboradores cercanos del presidente, así como causas que alcanzan a su esposa y su hermano, profundizaron la crisis de confianza en el Gobierno. Esta semana, el Tribunal Supremo procesó al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, designado por Sánchez, por supuestamente haber filtrado datos reservados sobre un opositor.
A esto se suma el escándalo de José María Ángel, funcionario encargado de la reconstrucción tras la catástrofe de la dana, quien fue descubierto por falsificar su título universitario. «Dimite solo porque lo han ‘pillado’ cometiendo presuntamente un delito», disparó Feijóo.
El «balance fake» de Sánchez
El líder opositor desestimó el informe semestral que Sánchez presentó días atrás desde el Palacio de la Moncloa. «El balance del lunes ha caducado el miércoles», ironizó Feijóo, al enumerar las nuevas revelaciones judiciales que salieron a la luz tras ese acto. «Ese fue un balance fake», sentenció.
En su exposición, el jefe del Ejecutivo aseguró que las elecciones generales serán en 2027 y que no evalúa anticiparlas, pese a los pedidos opositores. «El PP, cuando se celebren, al día siguiente pedirá un anticipo electoral, como lleva haciendo desde hace siete años», se burló Sánchez.
Feijóo promete revertir las «leyes sanchistas»
El dirigente popular adelantó que en septiembre presentará un listado de normativas que su partido buscará derogar si accede al poder. «Nos comprometimos a estudiar y explicitar un conjunto de leyes sanchistas que deben eliminarse para que la normalidad vuelva a la política española», explicó.
En ese catálogo se incluirá la controvertida ley de amnistía —parte del pacto con los independentistas catalanes— y la de memoria democrática. También buscarán revertir las reformas que rebajan penas por sedición y malversación, además de restringir el uso de indultos para condenados por delitos contra el erario público.
En busca de un quiebre parlamentario
Feijóo considera que el quiebre debe llegar desde los propios aliados del Gobierno. «El señor Sánchez no sabe cuándo va a haber elecciones. No depende de él. Depende de sus socios», insistió. La tensión crece entre las fuerzas parlamentarias, pero por ahora ninguna ha cortado definitivamente el vínculo con el oficialismo.
El presidente del PP cerró su intervención asegurando que su partido estará listo para tomar las riendas si se abriera una oportunidad: «No sabemos cuándo va a haber elecciones. Pero nuestro compromiso es estar preparados para cuando los socios digan: ‘Se acabó’».