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RIVER PLATE

Gallardo lo descartó, se fue a Brasil, la está rompiendo y ahora le tiró un dardo al Muñeco: “ahora sí soy feliz”

El DT del Millo quedó sorprendido.

Gallardo
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Marcelo Gallardo decidió realizar una fuerte limpieza en el plantel de River tras el fracaso en el Mundial de Clubes, y entre los nombres que salieron del club estuvo Gonzalo Tapia, un delantero que no logró destacarse ni justificar su incorporación. Apenas sin minutos ni remates al arco, su salida parecía definitiva y sin ruido. Sin embargo, en apenas su segundo partido en Brasil, sorprendió a todos.

El atacante chileno fue cedido a préstamo al Sao Paulo con una opción de compra. En su breve ciclo en River, Tapia no alcanzó ni siquiera los 10 partidos oficiales y quedó expuesto por su bajo rendimiento ofensivo. En ese contexto, la dirigencia y el cuerpo técnico optaron por liberarlo junto a otros jugadores en una renovación profunda del plantel.

Tapia se reinventó con un gol soñado

El presente del delantero en Brasil comenzó a cambiar rápidamente. Tapia marcó un verdadero golazo en la victoria por 3 a 1 sobre Fluminense y no pudo ocultar su emoción. “Estoy muy feliz, muy contento acá de poder hacer mi primer gol de local y con toda esta gente. La verdad es que estoy muy emocionado”, declaró apenas terminó el encuentro, con lágrimas de alegría y una sonrisa que no mostraba desde hacía tiempo.

El impacto fue tal que su continuidad en el San Pablo ya no parece una simple cesión transitoria. Si mantiene este nivel, todo indica que el club brasileño haría uso de la opción de compra para quedarse definitivamente con su ficha. Tapia, por primera vez en mucho tiempo, parece haber encontrado su lugar.

River se benefició igual con su salida

Más allá del rendimiento individual, la partida de Tapia también tuvo implicancias estratégicas para River. Al liberar un cupo de extranjero, el club pudo avanzar en la incorporación de Juanfer Quintero, una movida clave para sumar jerarquía al plantel sin infringir el reglamento.

El colombiano fue adquirido por un millón de dólares, aunque llegó con el pase en su poder. Esta maniobra permitió optimizar los recursos del club y rearmar el equipo con nombres más afines a la idea futbolística de Gallardo, quien continúa en su nuevo ciclo apostando fuerte por una renovación total.

Aunque Tapia se marchó sin dejar huella en el Monumental, su buen presente en Brasil lo reivindica. De esos casos que demuestran que a veces, un cambio de aire es todo lo que un futbolista necesita para recuperar la confianza y empezar de nuevo.