River no se quedó quieto tras la venta de Franco Mastantuono al Real Madrid. Si bien los hinchas mostraron cierta molestia por no haber cobrado la cláusula completa, el club ya empezó a usar esos fondos en refuerzos. Marcelo Gallardo pidió tres incorporaciones claves y Jorge Brito respondió con billetera en mano para cerrar nombres que apuntan a elevar el nivel del plantel.
La transferencia del juvenil se acordó por cuarenta y cinco millones de euros, divididos en tres pagos. El primero llegará en agosto y dejará una suma neta de veinte millones de euros, sin retenciones, lo que habilitó al club a moverse con fuerza en el mercado. Aunque la cifra no corresponde a la cláusula original, desde la dirigencia entendieron que debían aceptar ante la presión del jugador por partir al fútbol español.
Juanfer, Salas y los refuerzos que llegan
Entre los nombres que aparecen en carpeta —y que ya están prácticamente cerrados— se destacan Juan Fernando Quintero, Maxi Salas, Juan Portillo y Matías Galarza. El regreso del colombiano demandará cerca de tres millones de dólares, aunque aún existen dudas sobre su estado físico. “Si está bien, le da un salto de calidad a cualquier equipo”, opinó Hernán Castillo en “Somos Love ST”.
Por su parte, Portillo y Galarza llegarán desde Talleres a cambio de once millones de dólares entre ambos. Mientras que la cláusula que River ejecutó por Salas le costó al club aproximadamente ocho millones de euros, cifra que fue directamente a Racing.
La inversión completa del pase
Entre los cuatro nombres mencionados, River ya habría gastado el monto total recibido por Mastantuono. A pesar de que el mediocampista vendido al Real Madrid es considerado una de las grandes promesas del fútbol argentino, el cuerpo técnico entiende que la incorporación de experiencia y jerarquía puede ser clave de cara al segundo semestre, donde la Copa Libertadores será el objetivo primordial.
Con la billetera abierta y el respaldo dirigencial, Gallardo empieza a armar su nuevo River. Uno que buscará revancha internacional y que apuesta a jugadores contrastados para acompañar a los jóvenes que aún permanecen en el club.