Lo que comenzó como una denuncia de la Federación Boliviana contra Venezuela por supuestas irregularidades logísticas podría terminar con una sanción ejemplar contra la propia Bolivia. La FIFA y la Conmebol analizan castigar duramente al combinado altiplánico por los casos de dopaje positivo que involucran a dos de sus futbolistas más importantes.
Todo esto ocurre apenas semanas después de que Bolivia intentara sancionar a Venezuela por los presuntos problemas que tuvo su delegación para abandonar el país caribeño tras la última fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Aunque finalmente no se comprobó mala intención por parte de los venezolanos y la situación quedó resuelta, el foco ahora recae sobre el conjunto verde.
Dos positivos que comprometen a la selección boliviana
El primer golpe llegó cuando Boris Céspedes, mediocampista del Yverdon-Sport de Suiza, fue suspendido tras dar positivo por acetazolamida, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje. El control fue realizado tras el partido frente a Uruguay el 25 de marzo y la sanción se confirmó el 15 de mayo. El propio jugador intentó explicar lo ocurrido:
“Le pedí al médico de la selección alguna medicación para los síntomas del mal de altura. Confié en el tratamiento que me dieron”, aseguró. La sanción para Céspedes podría extenderse hasta dos años de suspensión, lo que pone en riesgo su carrera profesional y complica aún más el panorama de la selección nacional.
El caso Vaca, otro duro golpe
Poco después, Ramiro Vaca, una de las figuras del Club Bolívar y pieza clave en el seleccionado, fue notificado por un resultado adverso en un control antidopaje realizado el 7 de mayo durante un partido de Copa Libertadores ante Sporting Cristal. En este caso, la sustancia detectada fue Ostarine, también incluida en la lista de compuestos prohibidos por la WADA desde 2008.
Vaca explicó su situación en un comunicado: “Jamás consumí ninguna sustancia prohibida de forma intencional. Creo firmemente en el juego limpio”, declaró. Aun así, la Conmebol procedió a suspenderlo de manera inmediata mientras se investiga el caso.
¿Qué es la Ostarine y por qué es tan grave?
Según detalló Danny Erick Bastidas, presidente de la Organización Nacional Antidopaje de Bolivia, el Ostarine es un modulador selectivo del receptor de andrógenos (SARM), utilizado inicialmente para combatir la pérdida de masa muscular. Sin embargo, su efecto potenciador del rendimiento lo convierte en una sustancia dopante grave.
“Dependiendo de la dosis y la frecuencia de consumo, las sanciones pueden ir desde uno hasta dos años o incluso más”, señaló Bastidas. La preocupación se incrementa al ser esta sustancia detectada en un torneo internacional, lo que agrava el expediente disciplinario del país.
Bolivia, al borde de una sanción histórica
Mientras los casos siguen su curso, tanto FIFA como Conmebol evalúan una sanción ejemplar contra Bolivia, que podría incluir desde restas de puntos en las Eliminatorias hasta la expulsión del proceso rumbo al Mundial 2026. Las autoridades buscan sentar precedentes para evitar futuras irregularidades relacionadas con el dopaje.
Paradójicamente, el país que semanas atrás pidió sanciones contra otro ahora se enfrenta a consecuencias mucho más severas por situaciones ocurridas en su propia selección.
Con dos casos confirmados en menos de un mes y bajo una lupa internacional, Bolivia vive uno de sus peores momentos en la historia reciente del fútbol. Y el sueño mundialista, al menos por ahora, pende de un hilo.