La cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) se sumará a la movilización del 7 de agosto, Día de San Cayetano. Por el momento desde el sindicato no hicieron el anuncio oficial, aunque está todo dado para que la semana entrante lo anuncien y regresen a las calles con manifestaciones, una modalidad que dejaron atrás hace unos meses y que incluso no estuvieron en la marcha en defensa a Cristina Kirchner tras la condena en la Causa Vialidad.
Lo que ocurre es que la central obrera está dividida en tres partes y cada una defiende sus propios intereses. Hasta ahora, un sector más «blando» de la agrupación no quería hacer marchas para mantener un buen vínculo con el Gobierno y que sea más fácil negociar. Sin embargo, esto parece haber llegado a su fin y ahora saldrán nuevamente a las calles con carteles contra el Gobierno.
Cabe señalar que como la CGT tiene tres partes, ponerse de acuerdo no es fácil, y más aún en un año electoral. Un ala respalda a Kicillof, otra defiende a los Kirchner y una tercera va por el carril del medio, por lo que no suele haber acuerdos cuando el triunviro tiene que tomar este tipo de decisiones.
La CGT lo hará posible: su máxima dirigencia está a punto de convocar a una movilización para el 7 de agosto, con motivo de San Cayetano, que tendrá un fuerte sesgo opositor, sin dejar de participar del Consejo de Mayo, con funcionarios libertarios, gobernadores, legisladores y empresarios, donde se buscan acuerdos sobre la modernización laboral, entre otros temas.
La CGT vuelve a marchar
Uno de los motivos por los que la CGT deberá reaparecer en las calles con toda su fuerza sindical es porque la sociedad le perdió credibilidad y quieren reinstalar su valor dentro del arco político. A su vez, la coalición dentro del peronismo los perjudicó porque tenían 3 lugares en los primeros 7 puestos de la lista del PJ para las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre.
A pesar de ello, el acuerdo de unidad que derivó en la creación del frente Fuerza Patria, los dejó con un solo lugar en la lista. Este fue un mensaje del interior del peronismo para ellos para demostrarles que si quieren meterse en el Congreso deben ser realmente opositores al Gobierno, algo que no venían demostrando en los últimos meses, y que las listas las conforman los políticos.
Como si esto fuera poco, este único lugar dentro de la lista peronista también generó un quiebre interno en la CGT porque cada una de las tres partes se pelean para poner un dirigente suyo en ese tan privilegiado lugar. Para que eso ocurra, tienen que demostrar, meterse en política, marchar y manifestarse como férreos opositores, algo que el 7 de agosto volverán a hacer.