La partida de Alejandra Locomotora Oliveras conmocionó por completo tanto al país como al ambiente artístico. La querida boxeadora falleció a los 47 años, días después de sufrir un ACV. Su muerte cayó como una sorpresa: tan solo el fin de semana había logrado abrir los ojos y parecía estar camino a recuperarse.
En medio de tanto dolor, y es que además fue frenada su cremación debido a una fuerte denuncia, el médico de Alejandra Locomotora Oliveras reveló cómo fueron sus últimos minutos de vida. El jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Cullen de Santa Fe, Néstor Carrizo, dio a conocer detalles desgarradores.
“Ella mantuvo, hasta los momentos previos a este evento súbito, neurológicamente subfluctuaciones, momentos de apertura ocular y demás. Conciencia del todo nunca tuvo, digamos en cuanto a contenido de conciencia”, confirmó el jefe de la Unidad de Terapia Intensiva delante de todos los televidentes.
“Esto fue posterior al horario de visita, la familia la vio con el estado clínico que habíamos hablado en el informe. Ella no estaba despierta como estamos nosotros, nuestro estado de conciencia es con lucidez en cuanto a contenido y nivel, ella lo único que hacía era apertura ocultar, y por momentos alguna respuesta motora”, reveló Néstor Carrizo.
Impacto por lo que se informó
Muy movilizante fue lo que dio a conocer el médico Fernando Cichero sobre la Locomotora Oliveras: «Yo les voy a hacer una referencia. En cualquiera imagen que ustedes hayan visto de la Locomotora Oliveras en los últimos diez años, se ve perfectamente que el volumen corporal es casi el doble del que tenía. Eso no se hace comiendo huevo y tomando leche. Se necesita medicación. Eso es irrefutable».
«Que en ese momento lo haya estado tomando es otro tema. Los anabólicos producen tres efectos no deseables en el cuerpo. El primero es que son procoagulantes, porque inhiben la acción de la fibrina. Segundo, disminuyen la producción de óxido nítrico, que es una sustancia que produce el propio cuerpo para dilatar las arterias», continuó.
«Como los anabólicos necesitan que haya mucha energía para aumentar la masa muscular, le dicen al hígado que aumente el volumen de colesterol en sangre. Los anabólicos tienen que tomarse con mucho cuidado y bajo por lo menos control médico, no control del gimnasio ni del personal trainer», apuntó el doctor.
