El fallecimiento de Diogo Jota y su hermano André Silva en un trágico accidente automovilístico dejó en shock al mundo del fútbol. Ambos perdieron la vida el jueves en Portugal, y desde entonces, la conmoción y el dolor se apoderaron tanto de sus familiares como de sus compañeros. Sin embargo, Liverpool, el club donde brillaba el delantero, decidió ir mucho más allá del luto formal y realizó gestos concretos que quedarán en la historia.
Una decisión que honra su memoria
Mientras en la iglesia Matriz de Gondomar, en las afueras de Oporto, se llevaban adelante las ceremonias de despedida, el club inglés tomó una decisión ejemplar. Según el medio Récord, Liverpool abonará la totalidad de los dos años de contrato que le restaban al jugador, garantizando ese ingreso económico a su familia. El valor de este gesto supera los 19 millones de dólares, una cifra que expresa algo mucho más profundo: gratitud, respeto y humanidad.
La medida, además de ser económicamente significativa, es simbólicamente poderosa. “You’ll never walk alone” (nunca caminarás solo), el lema del club, tomó una dimensión real en este acto. No se trata solo de palabras cantadas desde las tribunas, sino de acciones concretas que honran la vida de un futbolista querido.
Ayuda completa a sus hijos
Más allá del pago del contrato, Liverpool decidió hacerse cargo de la educación de los tres hijos de Diogo Jota. Así lo confirmaron medios lusos, que señalaron que el club quiere asegurar el bienestar de la familia del jugador más allá del homenaje inicial. En medio del dolor, esta promesa a futuro se convierte en un rayo de esperanza.
Mientras tanto, el entorno íntimo y ex compañeros del delantero acompañaron el funeral, entre ellos figuras como Virgil van Dijk, Bruno Fernandes, Rúben Dias y el entrenador de la Selección de Portugal, Roberto Martínez. También estuvieron presentes Rúben Neves y Joao Cancelo, a pesar de sus compromisos por el Mundial de Clubes.
Una camiseta que nadie más usará
Como parte del tributo, el club inglés anunció la retirada definitiva del dorsal número 20, el mismo que vistió Jota desde su llegada a Anfield. Ese número, que tantos goles y alegrías le dio a los hinchas de los Reds, no volverá a ser utilizado por ningún jugador. Un homenaje silencioso pero eterno, que inmortaliza su legado dentro del club.
El último adiós de una nación
Portugal se volcó en masa para despedir a sus hijos. En Gondomar, miles se acercaron a brindar el último adiós. Amigos, familiares y fanáticos se unieron en un mismo dolor. Pero la respuesta de Liverpool dejó claro que el cariño por Diogo Jota trasciende fronteras. Su historia no termina con una tragedia: continúa escrita en los actos de amor que lo rodean.