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RIVER PLATE

Milito se cansó de River y respondió con la misma moneda: «Racing ejecuta la cláusula millonaria de…»

El dirigente reaccionó con fuerza tras una maniobra del club de Núñez.

Racing Milito
Foto de @RacingClub

El mercado de pases argentino acaba de sumar un capítulo tenso y polémico. Diego Milito, actual secretario técnico de Racing, decidió dar un golpe sobre la mesa tras sentirse traicionado por River, que previamente había roto un pacto tácito entre clubes nacionales. Con un tono firme, “Racing ejecuta la cláusula del jugador”, fue la frase que se filtró desde el entorno académico, generando múltiples reacciones.

Durante años, los equipos argentinos respetaron un acuerdo no escrito: no interferir en cláusulas de rescisión de futbolistas entre ellos. Era una especie de pacto de caballeros, respetado tácitamente para mantener cierta armonía en el mercado local. Este código de conducta, sin embargo, fue quebrado por el club de Núñez, y la respuesta no tardó en llegar.

La jugada de River que desató el conflicto

El escándalo comenzó cuando River fue en busca de Maxi Salas, y no negoció con Racing: directamente pagó la cláusula de rescisión de ocho millones de euros. Desde la vereda de Avellaneda consideraron que el monto inicial que ofrecían por el delantero era insuficiente, e incluso llegaron a pedir el doble sin impuestos, con condiciones calificadas como exageradas. La operación fue vista como una afrenta directa.

Este accionar dejó una fuerte herida en la dirigencia académica, en especial en Milito, quien no ocultó su molestia. “La palabra es decepción, sobre todo con River como institución, con su presidente y su secretario general. No pudieron honrar su palabra”, disparó el exjugador, visiblemente dolido por lo que sintió como una falta de ética entre pares.

Franco Pardo, la venganza silenciosa

La noche del martes 21 de julio se produjo un giro inesperado: Racing utilizó el mismo mecanismo que había criticado. Franco Pardo, defensor de Unión, se convirtió en nuevo refuerzo académico tras el pago de su cláusula de rescisión, valuada en un millón 300 mil dólares. El anuncio fue confirmado por el periodista César Merlo, y rápidamente encendió las alarmas en el ambiente futbolístico.

Este movimiento fue interpretado como una clara señal de revancha por parte de Milito, quien decidió actuar con la misma frialdad con la que River había negociado a Salas. La ironía del caso es que aquello que generó tanto disgusto en Avellaneda, terminó siendo la herramienta perfecta para reforzar el equipo de Gustavo Costas.

El mercado de pases ya no es lo que era

Con este cruce, quedó en evidencia que las reglas del juego han cambiado. El pacto de no agresión parece haber quedado en el olvido, y las cláusulas de rescisión ya no son territorio exclusivo de clubes extranjeros. El mensaje es claro: nadie está a salvo, y todo club que busque cuidar sus talentos deberá blindarlos con contratos sólidos y estrategias más firmes.

El cruce entre River y Racing promete no ser el último de este tipo en el actual mercado. Lo que era visto como una traición, ahora es una herramienta válida. Milito dejó de lado el discurso de principios para responder con hechos, dejando en claro que, cuando se trata de reforzar un plantel, no hay lugar para ingenuidades