En una reciente entrevista televisiva, la abogada Ana Rosenfeld volvió a referirse al conflicto legal y económico que mantiene Mauro Icardi con Wanda Nara, centrado en el pago de la cuota alimentaria de sus hijas Francesca e Isabella. Sin rodeos, la blonda planteó una problemática común en los litigios familiares y utilizó el caso del futbolista para ejemplificarla.
“Muchos padres, lamentablemente, utilizan el pago de esa cuota para tener de rehén a la mamá”, afirmó Rosenfeld, con contundencia frente a las cámaras de América TV. La letrada, que representa legalmente a Nara, dejó entrever que Icardi no estaría cumpliendo con su obligación alimentaria de manera regular y responsable.
En cuanto a los aspectos formales de los ingresos del delantero, actualmente en el Galatasaray, Rosenfeld explicó: “En el caso puntual de Mauro no hablamos de contrataciones en negro, hablamos de contrataciones oficiales. Sin embargo, a veces los contratos no los podés determinar fácilmente”.
Según la abogada, esto representa un desafío a la hora de establecer montos fijos y proporcionales de manutención. “Hay que pensar que la cuota alimentaria está fijada en una base que puede ser un contrato, o a veces en función de un sueldo”, argumentó. No obstante, remarcó que en este caso las obligaciones están claras y deben cumplirse sin excusas.
Rosenfeld fue aún más directa al apuntar al comportamiento del deportista: “Yo creo que no cumplir la cuota… él sabe que a sus hijas no les falta nada, pero obliga a la mamá a solventar una cuota alimentaria que hoy por hoy está en cabeza de él”.
Las declaraciones surgen en medio de nuevas tensiones entre Mauro Icardi y Wanda Nara, con idas y vueltas mediáticas que también tienen impacto judicial. La letrada no descartó nuevas presentaciones ante la Justicia si el incumplimiento persiste.
Este nuevo capítulo en el conflicto entre el exmatrimonio vuelve a poner el foco sobre el rol de los padres en contextos de separación, especialmente cuando los recursos están disponibles pero no se utilizan para garantizar el bienestar de los menores.