En las últimas horas, la tristeza se apoderó de todos a raíz de lo que se conoció sobre la Locomotora Oliveras, quien sufrió un ACV y permanece internada en terapia intensiva. Fue en el programa de Pamela David, Desayuno Americano donde se manifestaron al respecto.
En primera instancia, dieron detalles de las secuelas que está atravesando la exboxeadora. «La noticia que nos sorprendió a todos fue lo de la Locomotora Oliveras, que fue internada en terapia intensiva. Está estable, pero tuvo un ACV isquémico. Dieron detalles de su situación», expusieron.
«Se sabía que estaba como perdida, confusa y con el lado izquierdo del cuerpo paralizado. Está en terapia intensiva. Son importantes estas 48 horas. Pero uno se pregunta por qué esto en una persona tan sana…», afirmaron. Sobre este tema dialogaron con el neurólogo Alejandro Andersson.
«En Argentina hay un ACV cada 4 minutos. Es una patología muy frecuente, esa es la cifra. Tenés un 80% que ocurren porque se te tapa un arteria y un 20% porque la arteria se rompe. Los ACV siempre son emergencia médica, cada minuto que pasa se te mueren neuronas. Tenés que llegar rápidamente al lugar de atención. Tenés un tiempo, una ventana de oro de 4 horas y media donde tenés la posibilidad de disolver ese trombo, destapar la arteria y revertir todo», expuso
«Habitualmente hay secuelas. Los ACV son la primera causa de discapacidad neurológica. Si la destapás buenísimo, pero tenés cuatro horas y tenés que estar seguro de cuándo pensó. La mayor parte de los ACV tienen un comienzo brusco. Si vos aplicás el producto fuera de esa ventana generás una hemorragia cerebral. En estos tiempos los minutos cuentan muchísimo», afirmó el médico.
Fue allí cuando le consultaron sobre la posibilidad de que lo que le pasó a la Locomotora Oliveras esté relacionado con el deporte que practicó durante años. «Hace unos años hubo una publicación muy importante de un médico que estudió el cerebro de un deportista que tuvo un deterioro cognitivo y motor. Se llama encefalopatía traumática crónica. Cada golpecito te va dejando una cicatriz en el cerebro, no perdés el conocimiento, pero se van sumando. Y eso te deteriora el cerebro. Eso se vio primero en los boxeadores, después en otros deportes. Pero este es otro caso distinto», sentenció Andersson.