La dirigencia de River sorprendió sobre el cierre del mercado de pases. Con el mercado extendido por dos semanas más, Jorge Brito no dudó y tomó una decisión audaz: desembolsó 2 millones 500 mil dólares para asegurar el regreso de Juan Fernando Quintero, una de las grandes debilidades de los hinchas millonarios. El colombiano, tras una salida complicada de América de Cali, está listo para tener su tercera etapa en el club.
La operación se resolvió en tiempo récord y con discreción. Durante la tarde del lunes, los documentos fueron enviados y cruzados, y ahora solo resta que el jugador viaje a Buenos Aires para sumarse al plantel. Si todo marcha según lo previsto, el enganche llegará al país este martes y se pondrá inmediatamente a disposición del cuerpo técnico.
Una jugada maestra de Brito para evitar un conflicto con FIFA
El regreso de Juanfer no era sencillo. El enganche aún tenía contrato con el club colombiano, y la posibilidad de una ruptura unilateral podía derivar en una disputa legal ante FIFA que se extendería hasta diciembre. Para evitar ese riesgo, desde River decidieron avanzar y abonar el monto de su ficha, liberándolo de cualquier conflicto judicial.
Este movimiento también fue posible gracias a una salida que liberó espacio en el plantel: la partida de Adam Bareiro al Fortaleza de Brasil, que permitió liberar un cupo de extranjero clave para cerrar la incorporación del colombiano. Con ese lugar disponible, los dirigentes se movieron rápido para garantizar su arribo.
Quintero vuelve, pero no será titular de inmediato
Más allá del entusiasmo que genera su vuelta, en Núñez hay mesura respecto a su protagonismo inmediato. Juanfer no hizo pretemporada y su ritmo de competencia dista bastante del que exige el plantel de Marcelo Gallardo, por lo que se espera que comience sumando minutos desde el banco.
“Juanfer vuelve para aportarle calidad al equipo en los segundos tiempos”, deslizaron desde el entorno del cuerpo técnico, conscientes de que su visión de juego y su pegada siguen intactas, pero su estado físico requerirá trabajo. La idea es dosificar sus cargas y aprovechar su talento sin exponerlo a lesiones.
Un viejo amor que nunca se fue
La relación entre Quintero y el hincha de River es única. Su gol inolvidable en la final de Madrid ante Boca lo convirtió en ídolo eterno, y su regreso despierta ilusión, nostalgia y esperanza en partes iguales. A sus 31 años, el colombiano tendrá la posibilidad de volver a vestir la camiseta que más lo marcó, y los fanáticos ya lo esperan con los brazos abiertos.
