La tristeza es nacional por estas horas a raíz de la muerte de la Locomotora Oliveras a los 47 años. Esto se dio después de haber luchado durante dos semanas en el hospital Cullen de Santa Fe, donde se encontraba internada tras haber sufrido un ACV isquémico.
Fue el doctor Bruno Moroni, el director de la institución médica, quien habló con la prensa y contó lo que sucedió. «Sufrió un shock con una hipoxemia severa. Esto tuvo como consecuencia una embolia pulmonar masiva que desencadenó en un paro cardiorrespiratorio», dijo.
«Por más que se realizaron las medidas correspondientes lamentablemente sucedió el fallecimiento. Nuestras condolencias a toda la familia de Alejandra. Una de las posibilidades es que sufran este tipo de complicaciones», expuso. Además, se escuchó la palabra de Néstor Carrizo, director de la unidad de terapia Intensiva (UTI) del hospital Cullen.
«Neurológicamente, Alejandra tuvo sus fluctuaciones. Abrió los ojos pero sin tener un estado pleno de consciencia. Ella venía teniendo una evolución clínica estable, pero siempre estos pacientes pueden hacer complicaciones. Desde un inicio a la familia le fuimos bien claros sobre cuales podían ser las complicaciones en la evolución», dijo.
«Y dentro de ello están los eventos cardiorrespiratorios severos. Ella hizo un evento súbito, de shock de hipoxemia. Se iniciaron las medidas de tratamiento, y los estudios evidenciaron una embolia pulmonar masiva», sostuvo y dio más detalles de las últimas horas con vida de la Locomotora Oliveras.
«Se pudo constatar una trombosis venosa en las extremidades inferiores. No nos dio posibilidad… Probablemente ella haya tenido un estado trombótico que favorezca esto. Ella mantuvo hasta momentos previos a este evento súbito sus fluctuaciones», afirmó. «Todo el cuerpo médico, de cirugía y neurología está terriblemente angustiado por este desenlace: hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance”, apuntó Néstor Carrizo.
