Las negociaciones entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO para conformar las listas de candidatos en la provincia de Buenos Aires continúan su curso bajo un fuerte hermetismo. A pesar de las diferencias internas, hay predisposición a avanzar en un acuerdo que ordene tanto las candidaturas seccionales como municipales, aunque estos últimos casos presentan mayores roces.
Según indicaron desde el entorno del PRO, los encuentros con Sebastián Pareja —referente libertario y hombre de confianza de Karina Milei— buscan sellar un esquema de reparto 75/25 en aquellos distritos donde no gobierna el macrismo. El problema surge en el orden de las listas: el PRO quiere garantizar lugares de salida en los primeros puestos, algo que no siempre es aceptado por LLA.
Con la fecha límite del sábado por la noche, se espera una definición sobre las candidaturas. Mauricio Macri sigue de cerca el proceso pero delegó la negociación en Cristian Ritondo. En off, operadores del PRO estiman que podrían asegurarse entre seis y ocho legisladores. En esta elección se renuevan 46 bancas de Diputados y 23 de Senadores provinciales.
Intendentes en disputa y tensiones distritales
En ese marco, el nombre de Diego Valenzuela —intendente de Tres de Febrero— suena como favorito para encabezar la lista de la Primera Sección Electoral, la más poblada del conurbano. En la Quinta Sección, se perfila Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón, quien reclamó que «tienen que jugar los mejores para derrotar al populismo».
Para Junín, Pablo Petrecca aparece como alternativa por la Cuarta, aunque la relación con los libertarios es tirante. En la Segunda Sección, en distritos como Pergamino, los referentes locales del PRO denunciaron presiones de La Libertad Avanza para quedarse con el 70% de las listas de concejales. «Es como entregarle la ciudad a Kicillof», alertó un colaborador del intendente Javier Martínez.
El documento de Vidal que agita la interna
En paralelo a estas negociaciones, un informe de la Fundación Pensar —think tank del PRO que preside María Eugenia Vidal— generó ruido interno. El texto, titulado “Una Argentina dual: ganadores y perdedores del cambio de Milei”, reconoce los logros del Gobierno nacional en términos de equilibrio fiscal y baja de la inflación, pero cuestiona el impacto social del ajuste.
«Todos somos un poco más pobres. Y algunos quedaron peor parados. Los jubilados, por ejemplo, acumulan una caída del 4,7% desde diciembre de 2023», sostuvo Vidal. También alertó sobre la falta de gestión: «Con un enorme esfuerzo de todos logramos estabilizar la economía. Pero nadie debe quedarse atrás. Y eso se resuelve con gestión, no con magia ni equilibrios espontáneos».
Críticas solapadas a la falta de Presupuesto
El documento señala, además, que «hace dos años que el Congreso no discute un Presupuesto en serio» y plantea que «llevar prioridades de gasto al Parlamento es fundamental para sostener el orden alcanzado». Si bien Vidal evitó confrontar abiertamente con Milei, su crítica fue leída como una advertencia dentro del PRO, especialmente por su posición contraria al acuerdo electoral con los libertarios.
Con este telón de fondo, la unidad entre ambos espacios se pone a prueba mientras se acercan los plazos definitivos para la presentación de listas. Las tensiones, lejos de disiparse, se potencian con cada nombre que ingresa o sale de las negociaciones. Pero, por ahora, el objetivo común de derrotar al kirchnerismo parece suficiente para mantener el pacto.