Conmocionado quedó el mundo del espectáculo por lo que se dio a conocer hace algunos meses, y es que tiene que ver con Gladys la Bomba Tucumana. El sábado 24 de mayo, después de una larga lucha contra el cáncer, la cual padeció en los últimos años, se confirmó el fallecimiento de Luciano Ojeda, la pareja de la cantante.
La noticia se dio a conocer luego de que el hermano de Luciano Ojeda compartiera el triste desenlace en sus redes sociales. En su cuenta de Instagram Matías Ojeda compartió una foto en la que se los ve a ambos relajados en un día de pesca y escribió: “Siempre vas a estar en mis memorias de esta manera hermano, te voy a amar siempre”.
Quien finalmente se animó a hablar fue la propia Gladys, que a casi dos meses del fallecimiento de Luciano Ojeda, compartió un desgarrador video en sus redes sociales. «A veces las redes sirven para esto, ¿no? Uno siente que está acompañada. Tenía ganas de hablar con ustedes…», comenzó la Bomba Tucumana en comunicación con todos sus seguidores.
“En mi caso, como artista, dependo un montón de este medio. Solo quería compartir con ustedes el momento que estoy viviendo ahora, porque esto no tiene un tiempo, no tiene un tiempo para decir mañana voy a estar bien. Soy una persona muy alegre, muy divertida… Y Luciano también lo era. Éramos una pareja hermosa, hermosísima, con un amor puro, verdadero, sincero. Decir que yo le tenía mucho miedo a la palabra cáncer, que un poco la naturalicé un montón en este último tiempo de mi vida por él, porque me aterraba esa palabra horrible”, expresó.
“Él era un hombre que tenía un gran carácter. Era una persona muy hermosa, pero con una gran personalidad. Por eso yo me enamoré perdidamente de él… Quiero que sepan que él fue, es y será siempre mi gran amor que me tocó de grande. Hay que entregarse a la persona esa que está atravesando esta tremenda enfermedad horrible que va deteriorando. Estuve besándolo hasta último momento”, continuó.
“En estos últimos tres o cuatro meses, muy cansadísimo, cansado, cansado, eh… Lloraba, a veces lloraba de dolor. No saben lo horrible que ha sido para mí verlo así. La impotencia de qué puedo hacer yo sola, llevarlo al hospital… Y la morfina y la presión, y una desnutrición severa. Y no era porque no comía. El médico nos aclaró bien. Así que estaba en una etapa en la que yo no me daba cuenta que era terminal, pensaba que iba al sanatorio como siempre, le hacían una transfusión y volvíamos a casa. Pero esta vez no fue así porque mi amor estaba muy cansadito», manifestó Gladys La Bomba Tucumana.
«Me avisó a mí, el día que decidió no seguir con ningún tipo más de tratamiento, porque no saben todo lo que él pasó, por Dios. Luciano murió un día sábado a las 09:00… La última persona para la que abrió sus ojos y levantó su brazo, lo abrazó y le dijo: ‘Cuidá a la mamá, papito,’ le dijo él a mi hijo. Y mi hijo desconsolado porque lo adoraba. Yo no me animaba a preguntarle, ¿querés que te creme? No me daba. La única palabra que me dijo fue ‘tierra’. Donde vos quieras, mami. Un lugar lindo que a vos te guste’”, cerró, realmente movilizada.
