No hay dudas de que Intrusos, el ciclo conducido por Adrián Pallares y Rodrigo Lussich para América TV, es uno de los programas más importantes de la televisión argentina. No solo sorprenden semana a semana con las más impactantes del mundo del espectáculo, sino que además tienen toda la información.
En esta oportunidad se metieron de lleno en lo que sucede con Benjamín Vicuña, que atraviesa un difícil momento tras recibir fuertes acusaciones de parte de la China Suárez. Desde sus historias de Instagram la ex alumna de Cris Morena explotó luego de que este le negara llevarse a sus hijos a Turquía y lo tildó tanto de «mal padre» como de «adicto».
A raíz de esas acusaciones, un nuevo escándalo explotó: Benjamín Vicuña atravesó un fuerte episodio de angustia al perder contacto con sus hijos. En Intrusos lo contaron todo: «El día de ayer para Benjamín Vicuña fue un calvario. El tema del nombre y su reputación es fuertísimo lo que la China le hizo. A partir de ahí entró en un fuerte bajón, está muy bajoneado. Está muy para atrás».
«Durante el día la situación de no encontrar a los hijos y que nadie le costeste él lo hizo saber a través de alguien muy cercano. Cuando ya estaban los chicos con el padre la China salió desde Turquía a la madrugada y escribió: ‘Me callé años, se terminó, no me van a callar más'», contó Rodrigo Lussich.
Fue Paula Varela quien detalló la cronología de lo sucedido: «Ayer a las cuatro de la tarde me llaman y me dicen: ‘no sabés lo que está pasando, estamos muy mal. Benjamín está angustiado, triste, llorando. No encuentra a los hijos. Fue a la mañana a buscarlos porque así había quedado con la empleada. Tocó el timbre varias veces y no le contestan, llama a la empleada y la China y no le contestan. No tiene manera de acercarse a sus hijos, hace horas que lo estamos buscando’.
«Benjamín habló con sus abogados. Él está mareado con la situación, lo desborda y supera. Del otro lado le dicen que a Benjamín se le comunicó que los chicos iban a estar con la abuela. Él dice que le comunicó a la empleada que iba a pasar a las nueve de la mañana porque tenía un almuerzo. Cuando toca el timbre los chicos no aparecen», continuó.
«Llamó también al abogado de la China, le dijo que después lo llamaba. Nunca lo volvió a llamar. La desesperación porque todo podía terminar en un escándalo policial o judicial. Le dicen que tiene que ser una denuncia penal y ahí él se va. Vuelve al departamento, sigue comunicándose. A las seis de la tarde recién los contactó», agregó la periodista.
