Durante la última fase del mercado de pases, River se topó con una situación imprevista que lo forzó a reconsiderar su táctica para asegurar la llegada de dos reforzamientos esenciales.
De acuerdo con el periodista Gustavo Yarroch, David Martínez, el defensor que volvió de su préstamo en Inter Miami, rechazó formar parte de la operación como un componente de pago, lo que provocó un cambio en las conversaciones.
River sugería incorporar a Martínez con el fin de promover la llegada de Matías Galarza Fonda y Juan Carlos Portillo, ambos provenientes de Talleres. No obstante, la negativa del jugador forzó al club a alterar la propuesta y a enfrentar un desembolso que superaba los 11 millones de dólares para finalizar las transferencias.
Marcelo Gallardo confiaba en el plan que cambiaría el rumbo de River
Marcelo Gallardo expresó su seguridad en que, a pesar de las dificultades, el acuerdo se materializará rápidamente, resaltando el interés y el anhelo de los futbolistas por vestir la camiseta de River. Sin embargo, este escenario muestra cómo las elecciones individuales de los jugadores pueden afectar la formación de un equipo y la economía del club.
Mientras tanto, River sigue progresando en otros acuerdos, como la vuelta de Juan Fernando Quintero y la potencial adición de Maher Carrizo, el joven talento de Vélez y uno de los deseos del Millonario. Aunque la situación del extremo cada día se torna más complicada por la demanda de El Fortín relacionada con el abono completo de la cláusula de rescisión, una limitante que dificulta las conversaciones.
Este rechazo imprevisto demostró que, en el fútbol actual, las transacciones no solo se determinan por números, sino también por los deseos personales. Y River necesita adaptarse para conseguir consolidar sus fortalecimientos en un mercado de pases cada vez más riguroso y exigente.
