Una jornada marcada por la tensión y la violencia se vivió en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires durante una protesta convocada por organizaciones sociales y jubilados que fue reprimida por la Policía de la Ciudad. El conflicto, que se desarrolló en la zona del Obelisco, escaló cuando efectivos policiales avanzaron contra los manifestantes con disparos de balas de goma, gas pimienta y vehículos motorizados. El saldo incluyó al menos tres personas detenidas, varios heridos y denuncias por detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza.
Todo comenzó pasadas las 11 de la mañana, cuando columnas de manifestantes se concentraban en la intersección de avenida Corrientes y 9 de Julio con la intención de cortar parcialmente el tránsito. La Policía de la Ciudad formó un cerco para impedir el paso y minutos después se produjeron los primeros forcejeos. Algunos de los manifestantes arrojaron objetos y, en respuesta, los efectivos comenzaron a dispersar por la fuerza. En las imágenes televisivas de C5N se observó cómo varios agentes empujan y golpean a manifestantes que intentaban mantenerse en la zona.
Desde el Ministerio de Seguridad porteño informaron que las personas detenidas fueron acusadas de desorden en la vía pública y resistencia a la autoridad. Entre los arrestados, se encuentran referentes barriales y militantes de agrupaciones sociales. Sin embargo, voceros de las organizaciones participantes denunciaron que varias de las personas apresadas no estaban involucradas en ningún tipo de altercado y calificaron el accionar policial como arbitrario y represivo. Según los organizadores de la movilización, la manifestación era pacífica hasta que comenzó el avance policial.
La nueva técnica de la Policía de la Ciudad
Uno de los aspectos más controvertidos del operativo fue la utilización de un sistema de marcación de manifestantes mediante pintura. Según se pudo observar en la cobertura televisiva, efectivos policiales marcaron de un determinado color a los manifestantes que iniciaron la escalada de violencia, para luego poder identificarlos más rápidamente.
De esta manera, una nueva marcha de jubilados se vio atravesada por la violencia en las inmediaciones del Congreso, donde esperan que el presidente Milei vete los aumentos otorgados por la Cámara de Senadores. Desde el Gobierno argumentan que un 7% de incremento generaría un «déficit» en las cuentas públicas y que no sería sostenible en el tiempo.
?Miércoles de marcha y represión en el Congreso: la policía le dispara a un periodista de C5N a muy pocos metros de distancia
— C5N (@C5N) July 30, 2025
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