El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó públicamente su disposición a competir por un nuevo mandato en las elecciones generales de 2026. El mandatario condicionó su eventual postulación a su estado de salud, aunque dejó en claro que su voluntad política se mantiene firme. Las declaraciones se produjeron en el marco de un discurso en el que también lanzó duras críticas a sectores opositores y cuestionó la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de la región.
“Si mi salud me lo permite, estaré en la disputa”, afirmó Lula, quien buscaría así una nueva reelección para continuar su proyecto político. El anuncio no sorprendió a su entorno, pero reconfigura el mapa electoral brasileño de cara a los próximos años. La primera vuelta de los comicios está prevista para el 4 de octubre de 2026.
Durante su intervención, el jefe de Estado arremetió contra “líderes fascistas” de la oposición, a quienes acusó de actuar en coordinación con intereses extranjeros. Sin mencionar directamente a Donald Trump, criticó la política arancelaria impuesta durante su gobierno y apuntó contra quienes defienden esas medidas desde Brasil.
Críticas a la oposición y reclamos por soberanía económica
Lula reservó sus críticas más directas para Eduardo Bolsonaro, diputado por São Paulo e hijo del expresidente Jair Bolsonaro. Lo acusó de “pedir impuestos contra Brasil” y lo tildó de “enemigo del país”. Según Lula, ese calificativo alcanza a todos los que “solicitan sanciones directamente al pueblo brasileño”. “Estamos viviendo una excrecencia política: un tipo que hacía campaña envuelto en la bandera brasileña ahora está envuelto en la bandera de Estados Unidos”, lanzó con dureza.
Pese a las diferencias ideológicas, el gobierno brasileño evitó escalar el conflicto con Washington. En lugar de eso, Lula anunció que Brasil continuará buscando la eliminación de los aranceles a sus exportaciones a través de la vía diplomática. “Lo haremos con orgullo y soberanía. Vamos a recuperar nuestros símbolos nacionales”, sostuvo.
El presidente también aprovechó su discurso para reiterar la necesidad de avanzar hacia una mayor autonomía regional. Propuso fortalecer las relaciones económicas con otros países y respaldó la creación de una moneda alternativa al dólar para el comercio internacional. “Brasil ya no depende tanto de Estados Unidos. Tenemos buenas relaciones con el resto del mundo”, indicó.
Elecciones en el horizonte y un mensaje regional
Las elecciones generales de Brasil en 2026 incluirán la elección del presidente, vicepresidente, senadores, diputados federales, gobernadores, vicegobernadores y legisladores estatales. Si ningún candidato alcanza la mayoría en la primera vuelta, se celebrará un balotaje el 25 de octubre. Bajo ese marco, Lula busca posicionarse como el líder capaz de consolidar una política de desarrollo con soberanía, enfrentando tanto a adversarios internos como a presiones externas.
“Estados Unidos es el país más belicoso del mundo, pero nosotros queremos respeto. No somos una república pequeña”, remarcó en el cierre de su discurso. Con estas palabras, el mandatario reafirmó su visión de un Brasil fuerte y autónomo en el escenario global, mientras deja la puerta abierta a una nueva candidatura presidencial.
1?? 1,2 milhão de empregos com carteira assinada gerados no primeiro semestre de 2025.
— Lula (@LulaOficial) August 4, 2025
2?? Desemprego no menor nível da série histórica.
3?? Renda média dos brasileiros atinge nível recorde.
4?? Brasil deixa o Mapa da Fome da ONU.
Dados dos últimos dias, que mostram um país mais… pic.twitter.com/ZhwKjJCFZe