Durante el último año, un 78,4% de los argentinos modificó sus hábitos de consumo por la economía . El dato surge de un relevamiento de Management & Fit realizado entre julio y agosto sobre 2600 casos.
El ajuste más común fue postergar compras de ropa y calzado, una decisión adoptada por el 16,8% de los encuestados. En paralelo, un 10% optó por reducir el consumo de primeras marcas y otro 10% disminuyó la compra de carnes.
Las salidas a comer afuera también se recortaron (9,9%), al igual que viajes y escapadas (8,6%). Las actividades recreativas y culturales quedaron relegadas en un 7,4%. Además, un 7,3% admitió haber retrasado el pago de algún servicio.
En contraste, los gastos en salud y educación fueron los menos afectados. Solo un 3% recortó en salud y un 1,1% en educación, lo que refleja la prioridad de estos rubros.
Ingresos y capacidad de ahorro
El estudio indagó también sobre los ingresos de los hogares. El grupo que logra cubrir gastos y además puede ahorrar creció de 11,8% a 13,7% entre julio y agosto.
Al mismo tiempo, las familias con algunas dificultades descendieron de 32,1% a 29,6%. También se redujo el número de quienes no logran cubrir necesidades básicas, que pasó de 17,4% a 16,7%.
El único segmento que empeoró fue el de quienes llegan justo a fin de mes. Allí la proporción subió de 37,6% a 39,3%, lo que muestra un freno en la mejora económica.
Según un informe de Moiguer Consultora, la recuperación actual genera un consumo “dicotómico”. La clase alta y media alta perciben mejoras, mientras que la media baja y baja enfrentan más dificultades.
Diferencias entre clases sociales
Los datos también reflejan contrastes entre sectores. Crecieron los patentamientos de autos (94%), el turismo emisivo (80%), las escrituras de inmuebles (61%) y la importación de bienes de consumo (60%). También subieron las ventas minoristas (19%) y de nafta premium (18%).
Por el contrario, se registraron caídas en supermercados (-6%), bebidas sin alcohol (-9,3%), comercio mayorista (-3,9%) y venta de nafta súper (-1%).
En la clase baja, un 64% declaró no llegar a fin de mes. En la media vulnerable, casi el 40% admitió problemas. Entre los más pobres, un 45% resignó gastos básicos.
En la clase media alta, el panorama fue diferente: un 48% compró dólares y un 24% viajó al exterior gracias a una mejora en sus ingresos.
Un escenario desigual
El informe de Management & Fit subraya que, mientras un sector de la población amplía sus gastos en viajes y consumo, otro depende de promociones y descuentos para sostenerse.
La clase alta aprovechó el “dólar barato” y los ingresos en moneda dura. La clase media vio limitado su consumo por tarifas más altas y salarios rezagados frente a la inflación. En cambio, la clase baja confía en la AUH y en la baja de precios para no perder poder adquisitivo.
De esta forma, aunque casi 8 de cada 10 argentinos cambiaron sus hábitos de consumo, la recuperación económica muestra un impacto desigual en los distintos sectores sociales.