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POLÍTICA

Caso Coimas: el jefe de seguridad de Nordelta es indagado por la Justicia por encubrir a empresarios

El juez Casanello solicitó la lista de personas que entraron y salieron de Nordelta en las últimas semanas.

Coimas

El jefe de Seguridad de Nordelta, Ariel De Vicentis, se presentó pasado el mediodía de este lunes en los tribunales federales de Retiro para prestar declaración indagatoria por supuesto encubrimiento de uno de los dueños de la droguería Suizo Argentina. Esto es en el marco de la causa de las coimas que tiene en la mira a Karina Milei, Lule Menem y algunos empresarios, entre ellos Jonathan Kovalivker.

De Vicentis, vestido con un equipo de gimnasia amarillo, llegó al juzgado junto a un abogado defensor tras un frustrado pedido de postergación del trámite. Según la imputación, habría encubierto a Jonathan Kovalivker, uno de los dueños del laboratorio a quien aún los investigadores no pudieron hallar para secuestrarle el teléfono celular.

Los operativos iniciaron el pasado viernes y la Justicia trabajó desde temprano en Nordelta. El proceso terminó en horas de la madrugada, pero nunca pudieron dar con el paradero del dueño de la droguería Suizo Argentina SA, quien para ese momento ya se había fugado. Todo esto habría sido con colaboración del jefe de Seguridad de Nordelta, que a su vez habría «estirado» los allanamientos para hacer demorar aún más el proceso.

En medio de este contexto, el juez Casanello bloqueó las cajas de seguridad bancarias de Spagnuolo, de Garbellini y de los Kovalivker. Respecto al jefe de la Seguridad de Nordelta, solicitó que le entreguen la lista de visitas, de ingresos y de egresos a la zona

Allanamientos en Nordelta

La finalidad de los allanamientos realizados durante el fin de semana es sencilla: secuestrar documentación, teléfonos celulares, computadoras de los dueños de la droguería Suizo Argentina SA. Además, dieron con el paradero de Diego Spagnuolo, quien tenía miles de dólares en sobres que se desconocen su procedencia.

Mientras tanto, los hermanos Emmanuel y Jonathan Kovalivker siguen prófugos, aunque la Justicia ya tiene en sus manos computadoras, celulares y otros dispositivos que servirán para la causa. Su empresa es acusada de haber pagado sobornos a funcionarios públicos como resultado de un extensa listado de contratos que en el último año ascienden a $ 55.000 millones.