Chile anunció la suspensión de importación de carne ovina proveniente de la Patagonia argentina. Esta medida surge luego de que el Gobierno argentino modificara la circulación interna de carne bovina con hueso, poniendo en riesgo la calificación sanitaria de ciertas regiones. La nueva disposición generó preocupación en Chile por la posible reintroducción de la fiebre aftosa, una enfermedad viral que puede afectar gravemente la producción agropecuaria.
Impacto en las exportaciones y control sanitario
El cambio en la política argentina permite el traslado de carne bovina con hueso desde zonas del norte hacia el sur, donde hasta ahora existía un estatus de libre de aftosa sin vacunación. Esta decisión provocó que Chile decidiera cancelar la compra de carne ovina y toros desde la Patagonia argentina, afectando exportaciones que alcanzan los 30 millones de dólares. La medida se formalizó mediante la resolución Nº 5952/2025 del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que anuló el reconocimiento sanitario de ciertas áreas patagónicas.
La suspensión chilena impacta principalmente en regiones de Neuquén y Río Negro, donde se perdió la certificación que permitía exportar productos animales sin restricciones. En Neuquén, el estatus libre de aftosa sin vacunación se perdió en toda la zona norte del río Barrancas y en áreas colindantes con Río Negro, con algunas excepciones en un triángulo delimitado por ríos y rutas provinciales. En Río Negro, la derogación alcanza la margen sur del río Negro, con excepciones puntuales en departamentos específicos.

Chile justificó la medida como un paso necesario para proteger su estatus sanitario internacional y evitar brotes que puedan afectar su producción agropecuaria. La fiebre aftosa es una enfermedad altamente contagiosa y peligrosa para la ganadería, que puede causar pérdidas millonarias si se desata un brote.
Preocupación por la seguridad sanitaria y consecuencias económicas
Además, la suspensión afecta la exportación de genética bovina, ya que los toros que se enviaban a Chile desde la Patagonia argentina también quedaron suspendidos. Este intercambio es clave para el mejoramiento genético regional, por lo que la medida representa un duro golpe para ambos países.
Desde Argentina, las autoridades deberán evaluar las consecuencias económicas y buscar vías para retomar el comercio respetando los protocolos sanitarios. La prioridad es no perder el estatus de zonas libres de aftosa sin vacunación, un requisito fundamental para acceder a mercados internacionales y regionales.
la suspensión chilena sobre la carne ovina argentina demuestra la sensibilidad que existe en la región respecto al manejo sanitario del comercio agropecuario. Mantener la salud animal es esencial para sostener exportaciones y la confianza bilateral, un tema que el economista y político Javier Milei también ha señalado como clave para el desarrollo del sector rural argentino.