Los graves incidentes ocurridos en el partido entre Independiente y Universidad de Chile en el Estadio Libertadores de América siguen bajo investigación. A la espera de la resolución de Conmebol, el fiscal de la causa, Mariano Zitto, brindó declaraciones que encendieron las alarmas sobre lo que pudo haber terminado en tragedia.
El testimonio del fiscal
En diálogo con DSports, Zitto fue contundente: “Tenemos algunos casos de tentativa de homicidio. Con lo visto, agradezco que no haya habido ningún fallecido. En lo inmediato son estas carátulas”.
El fiscal explicó que la investigación se sustenta en centenares de videos aportados por redes sociales. Estos evidencian cómo la violencia en las tribunas se desbordó: “Una minoría opaca lo que debería ser un divertimento para las familias”, lamentó.
Falta de prevención y descoordinación
Zitto también apuntó contra los encargados de la seguridad: “Noto una cierta falta de prevención. A partir de eso hubo una escalada. La parcialidad chilena ya había roto cámaras, escaleras y el bufet. Eso debería haber sido una alerta antes de que comience el espectáculo deportivo”, aseguró.
Además, reveló que la violencia se agravó por la descoordinación entre seguridad privada y la policía: “Deberían ponerse de acuerdo en cómo van a actuar de ahora en más en este estadio”, sentenció.
La respuesta de Independiente
Desde la institución de Avellaneda informaron que ya fueron identificados 25 barras responsables de los hechos. En un comunicado, el club manifestó:
“El Club Atlético Independiente informa que, gracias a la información aportada por nuestra institución y al trabajo conjunto con A.Pre.Vi.De, ya fueron identificados 25 de los delincuentes que participaron de los hechos de violencia ocurridos en nuestro estadio durante el partido del pasado miércoles”.
Asimismo, confirmaron que los implicados serán expulsados como socios de manera inmediata y se solicitará la aplicación del derecho de admisión de por vida, para que no puedan ingresar a ninguna cancha.
Un futuro condicionado
Mientras las fuerzas de seguridad avanzan en los operativos para detener a los responsables, la presión aumenta sobre Conmebol, que deberá definir si sanciona a Independiente por lo sucedido. El caso, caratulado con tentativa de homicidio, deja al descubierto la fragilidad de la prevención en los estadios sudamericanos y la urgencia de medidas concretas para erradicar la violencia del fútbol.