En los próximos días, Cristina Kirchner acudirá a la Corte Suprema de Justicia con un planteo que apunta a mejorar sus condiciones de prisión domiciliaria. La expresidenta solicitará el retiro de la tobillera electrónica que controla sus movimientos y pedirá que se eliminen las restricciones que obligan a obtener autorización judicial para recibir visitas en su domicilio de Recoleta, en la calle San José 1.111.
El planteo será formalizado por sus abogados defensores, Alberto Beraldi y Aru Llernovoy, luego de que la Cámara Federal de Casación rechazara la apelación presentada para acceder al máximo tribunal.
La estrategia de la defensa
Será la primera vez que CFK presente un pedido directo a la Corte Suprema tras la confirmación de su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua en la causa por corrupción en la obra pública conocida como “Vialidad”.
La defensa no solo pedirá cambios en las condiciones de su detención, sino que además recusará a los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, a quienes acusa de falta de imparcialidad.
El régimen de visitas y la tobillera
Actualmente, la expresidenta puede recibir en su departamento a familiares directos, médicos, abogados y custodios sin necesidad de trámites previos. Sin embargo, cualquier otra visita requiere autorización judicial. Beraldi y Llernovoy sostienen que esa limitación carece de sustento legal y no se aplica en otros casos de prisión domiciliaria.
Respecto de la tobillera electrónica, los abogados remarcan que no evita fugas, ya que solo alerta si se abandona el perímetro autorizado. Argumentan que no existe riesgo de evasión. CFK siempre estuvo “a derecho”, regresó de todos sus viajes autorizados en tiempo y forma. Y como figura pública cuenta con custodia de la Policía Federal que impide cualquier clandestinidad.
El fallo de Casación
La Sala IV de Casación, con los votos de Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña, rechazó la semana pasada el recurso extraordinario de la defensa. Los jueces consideraron que no se trataba de una sentencia definitiva y que no existía un perjuicio irreparable que habilitara la intervención inmediata de la Corte.
En su resolución, afirmaron que las medidas cuestionadas —la tobillera y el régimen de visitas— constituyen “mecanismos razonables” para el control de la pena. Dada la naturaleza excepcional de la prisión domiciliaria.
Próxima instancia en la Corte
Tras ese revés, los abogados de la ex presidenta presentarán en los próximos días un recurso directo ante la Corte Suprema. Allí insistirán en que las restricciones actuales vulneran derechos básicos y buscan que los magistrados revisen de inmediato el caso.
El expediente, combina cuestiones de ejecución penal con un fuerte trasfondo político y quedará ahora en manos de los jueces del máximo tribunal. Quienes deberán decidir si abren o no la queja presentada por la defensa de Cristina Kirchner.