El exministro de Economía Domingo Cavallo analizó las recientes tensiones en el precio del dólar y responsabilizó directamente a la persistencia del cepo cambiario para las empresas y entidades financieras por generar un clima de incertidumbre que desalienta la entrada de capitales y presiona al alza las tasas de interés. En un extenso documento publicado en su blog personal, el exfuncionario menemista explicó que la combinación entre el mantenimiento de restricciones y las expectativas de su futura eliminación está creando condiciones adversas para la estabilidad económica.
«Al mantenerse transitoriamente la inconvertibilidad del peso para las empresas y entidades financieras, a la vez que se anuncia que en algún momento del futuro se eliminarán esas restricciones, se alimenta la expectativa de un salto devaluatorio adicional al ya producido. Esa expectativa desalienta la entrada de capitales que no sea tipo carry trade y lleva a que las tasas de interés en pesos tiendan a aumentar», explicó Cavallo en su análisis, señalando las contradicciones de la política cambiaria actual.
El diagnóstico de Domingo Cavallo contrasta con las expectativas que él mismo había manifestado en diciembre del año pasado, cuando argumentó que la salida del cepo no necesariamente debía ser inflacionaria. En ese momento, el economista había anticipado que, si bien habría un ajuste en el tipo de cambio, esto no implicaría un traspaso significativo a los precios. Efectivamente, el salto cambiario se produjo tal como había previsto, y la inflación mensual se mantuvo en torno al 2% sin aceleraciones notables. Sin embargo, reconoció que el optimismo respecto a una consolidación de la estabilidad y el crecimiento no se confirmó, ya que en sus palabras la economía no mostró señales claras de «recuperación sostenida».
Las expectativas que no se cumplieron
El exfuncionario había fundamentado su expectativa positiva en la posibilidad de que la eliminación del cepo redujera el riesgo país, facilitando el acceso a financiamiento externo y permitiendo al Tesoro adquirir dólares con el superávit fiscal primario para afrontar los pagos de intereses de la deuda. No obstante, según detalló en su blog, estos efectos beneficiosos no se materializaron como esperaba. El riesgo país no descendió lo suficiente y las tasas de interés que el Tesoro debe pagar para renovar la deuda en pesos aumentaron en términos reales, complicando la situación fiscal.
Además, Domingo Cavallo señaló que el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos sigue siendo negativo y la entrada neta de capitales no compensa ese déficit, lo que mantiene la presión sobre las reservas del Banco Central. El ex ministro atribuye parte de este estancamiento directamente a la permanencia de restricciones cambiarias, especialmente para empresas y entidades financieras, que considera actores clave en la movilización de grandes volúmenes de capital necesarios para el funcionamiento normal de la economía.
«Mantener las restricciones que impiden o limitan severamente la intermediación financiera en dólares y la convertibilidad del Peso, al tiempo que se facilita el atesoramiento de dólares de las personas y el turismo en el extranjero tampoco contribuye al clima de estabilidad», explicó el ex ministro de Economía, criticando la incoherencia de las medidas implementadas por el gobierno de Javier Milei.
La crítica a la competencia de monedas
Según el análisis de Cavallo, el gobierno promueve la competencia de monedas entre el peso y el dólar, pero mantiene restricciones que dificultan la intermediación financiera en dólares y la convertibilidad del peso. Al mismo tiempo, facilita el atesoramiento de dólares por parte de las personas y el turismo en el extranjero, una combinación de medidas que no contribuye a crear un entorno de estabilidad porque la economía opera bajo señales contradictorias que confunden a los agentes económicos.
Para revertir este escenario complejo, Cavallo recomendó que el gobierno adopte reglas de juego claras en materia monetaria y cambiaria, «tal como sugeriría Friedman», en referencia al célebre economista Milton Friedman. La eliminación completa de las restricciones permitiría que el tipo de cambio se estabilice sin la intervención del Banco Central en la venta de reservas, siempre que el tipo de cambio resultante incentive la entrada de capitales extranjeros.
Si la llegada de capitales es vigorosa, argumentó el exministro, el Banco Central podría comprar reservas y permitir una apreciación del peso, lo que ayudaría a revertir cualquier aumento transitorio de la inflación tras el salto cambiario inicial. Este mecanismo, según Cavallo, es característico de los planes de estabilización con libre movimiento de capitales y representaría una solución estructural a los problemas cambiarios que atraviesa la economía argentina.