El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) confirmó la salida de dos importantes funcionarios: la directora de Índice de Precios de Consumo, Georgina Giglio, y el directo de Estadísticas de Condiciones de Vida, Guillermo Manzano. Desde el organismo conducido por Marco Lavagna aseguraron que estas bajas estuvieron motivadas por «diferencias de criterios y formas sobre la gestión de equipos» y negaron que su ausencia afecte la elaboración de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Según Ámbito, el congelamiento de salarios «a niveles de 2023» provocó la salida de Giglio, quien ingresó al organismo en 2021 con la gestión de Lavagna, designado por el gobierno de Alberto Fernández. La economista y magíster en desarrollo local regresará a la Dirección Provincial de Estadística de Buenos Aires, donde se desempeñaba previamente, a retomar sus actividades. Fuentes gremiales afirmaron que los empleados públicos sufrieron una caída salarial real del 14,3% entre noviembre de 2023 y junio de 2025.
Por su parte, Manzano argumentó «motivos personales» y «diferencias de criterio» en su renuncia, aunque no relacionadas a la producción de estudios e informes del organismo. El director de Estadísticas de Condiciones de Vida entró al INDEC durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando el ente estaba bajo la supervisión de Jorge Todesca, y supo mantenerse durante el gobierno del Frente de Todos. Su departamento es clave dentro de las mediciones, ya que ayuda a calcular los niveles de trabajo y pobreza para los informes.
Las problemáticas internas de INDEC
A pesar de haberse anunciado las salidas, ambos mantendrán sus cargos durante agosto, abandonando el INDEC en los primeros días de septiembre. El rol de Giglio será ocupado por Josefina Rim, que se desempeñó como titular del área entre octubre de 2017 y diciembre de 2020, cuando partió a Corea para doctorarse en Gestión de Innovaciones Globales para la producción de estadísticas de precios en la Universidad KAIST.
En paralelo a estas salidas, Ambito recolectó denuncias de distintas fuentes cercanas al organismo que denunciaron una «dirección libertaria» a la cabeza del mismo y aseguraron que «el nivel de partidización es similar al del periodo de intervención entre 2007 y 2015 por parte del gobierno de Cristina Kirchner». Entre los problemas denunciados se encuentra la falta de actualización en las estadísticas, como la implementación del nuevo índice de inflación y una «violencia discursiva alimentada por la narrativa antiestado del Gobierno Nacional«.