El escándalo de audios que golpea al Gobierno nacional se transformó en un nuevo capítulo de tensión en la recta final de la campaña. Esta vez fue Alejandro Fargosi, primer candidato a diputado de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires, quien salió a marcar posición. El dirigente habló de “operetas políticas” y puso en duda la credibilidad de los audios que mencionan a Karina Milei y a Eduardo “Lule” Menem.
La estrategia de Fargosi en medio de la crisis
Lejos de centrarse en los detalles judiciales, Alejandro Fargosi eligió ubicar el tema en un plano político. A través de un mensaje en la red social X, dijo que no le resultan confiables las acusaciones que surgen en contexto electoral. Con tono irónico, escribió: “Entiendo que si resucita Illia y acusa, sea creíble”, en referencia al expresidente radical conocido por su honestidad.
El candidato libertario, que años atrás fue consejero de la Magistratura y también protagonizó choques con el Colegio de Abogados, buscó instalar la idea de que los audios forman parte de una maniobra repetida en la política argentina.
“Apesta”: mensaje directo a la Justicia
En su publicación, Alejandro Fargosi repasó episodios que definió como operaciones mediáticas del pasado: desde las denuncias contra Enrique Olivera en 2000 hasta la muerte de Santiago Maldonado en 2017. Con esa enumeración intentó mostrar que, cada vez que una elección se acerca, surgen denuncias de fuerte impacto mediático.
El cierre de su mensaje fue lapidario y apuntó a la Justicia federal. “Y si algún juez o fiscal se mueve rápido, menos creíble resulta. Más bien, apesta”, escribió. La frase se viralizó entre militantes de La Libertad Avanza, que lo respaldaron como un intento de desarmar la narrativa de la oposición.
La causa judicial que investiga la autenticidad de las grabaciones quedó en manos del juez Sebastián Casanello, quien deberá determinar si los audios son pruebas válidas o producto de una obtención ilegal.
En paralelo, el oficialismo busca minimizar el impacto, mientras que la oposición presiona para que se esclarezca el caso. En ese clima, Fargosi optó por reforzar un discurso que apunta a la desconfianza en los aparatos judiciales y mediáticos.
El escándalo de audios, más allá de su resolución judicial, ya se transformó en un insumo político. Y en esa disputa, el candidato libertario eligió hablarle a sus votantes con un mensaje directo: la idea de que las denuncias en campaña no son más que intentos de condicionar a La Libertad Avanza.