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Elecciones en Bolivia: las encuestas anticipan un giro a la derecha, aunque habría segunda vuelta

El MAS estaría en cuarta posición, incluso por debajo de los votos en blanco o nulos, en lo que sería su peor elección de la historia.

Bolivia

Las elecciones en Bolivia ya comenzaron este domingo 17 de agosto en medio de un áspero clima social y económico. Este hecho abre la puerta a un eventual giro hacia la derecha después de dos décadas de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS). Más de 7,5 millones de ciudadanos están convocados a las urnas para elegir presidente, 36 senadores y 130 diputados en un clima tenso por la escasez de dólares, la falta de combustible y una inflación del 25%.

Los sondeos previos a la votación anticipan un escenario inédito en la política de Bolivia. El MAS, que durante veinte años logró imponerse con comodidad en las urnas, aparece en cuarto puesto, muy lejos de sus resultados históricos. Según la última encuesta de AtlasIntel, el expresidente conservador Jorge Quiroga encabeza la intención de voto con un 22,3 por ciento. Por detrás aparecer el dirigente de centroderecha Samuel Doria Medina con el 18 por ciento. Más atrás figura el exmandatario Carlos Mesa, con números que lo colocan tercero, y recién en cuarto lugar aparece Andrónico Rodríguez, candidato del MAS, con apenas un 11,4 por ciento.

Un hecho particular es que, por el descontento con el oficialismo, los votos nulos y en blanco le ganarían a la lista oficialista. De hecho, el expresidente Evo Morales le pidió a sus votantes que se abstengan de votar. «De confirmarse esta tendencia, sería la primera vez en 20 años que el MAS no supera el 50% en primera vuelta», señaló el estudio al que tuvo acceso NA, lo que marca un punto de inflexión para un espacio que hasta ahora había sido imbatible.

Elecciones en Bolivia: expectativa por una segunda vuelta

Con este panorama, todo indica que, por primera vez en la historia democrática boliviana, la definición presidencial se resolverá en una segunda vuelta. El balotaje está previsto para octubre y enfrentaría a dos referentes del espectro opositor de derecha, algo impensado hasta hace muy poco tiempo. El dato refleja un cambio profundo en el mapa político, en un país donde las tensiones sociales, la desconfianza hacia la clase dirigente y las dificultades económicas actúan como motor de un electorado dispuesto a castigar al oficialismo.

El desarrollo de las elecciones en Bolivia es seguido de cerca en la región, no solo por la magnitud del posible viraje ideológico, sino también por el impacto que podría tener en la política energética y comercial de Bolivia. De concretarse la tendencia que muestran las encuestas privadas, sería un giro histórico para el país sudamericano que seguiría con la tendencia de la región.