Desde Estambul, Mauro Icardi brindó una charla íntima con Marley en medio del programa Por el Mundo sobre su día a día y la nueva etapa profesional que vive lejos de su país. Contó que, a pesar de estar en otro continente, mantiene firme su vínculo con la Argentina: “Obviamente uno está conectado siempre. Tenemos familia, gente allá, y tengo la tele argentina que la puedo ver”.
El futbolista destacó que su entorno laboral también le brinda comodidad y cercanía con su pasión: “Tenemos todo acá. La verdad que acá es donde concentramos, donde entrenamos cada día y tenemos el estadio cerquita, a diez minutos o 15 minutos de acá. Es nuestro fuerte. Estamos todos los días de nuestra vida acá adentro”.
Pero con todos estos cambios, el reconocido periodista Marley le recordó un tierno momento familiar: el beso que compartieron sus hijos en un viaje anterior. Icardi sonrió y respondió: “Sí, me acuerdo. Estaban en Tailandia.” Sin lugar a dudas, se trató de un guiño emocional en medio de una nota enfocada en su presente en el país europeo.
Además, durante la entrevista en Telefe, Maley le consultó al ex de Wanda Nara cómo era el contraste entre su vida pública en Argentina y su cotidianidad en Turquía: “Acá es muy difícil. Acá la gente es enferma, pasional”, confesó el delantero en otro pasaje de la nota, en referencia al fanatismo de los hinchas y la intensidad del entorno turco.
También compartió su cercanía con prácticas culturales y gastronómicas. En este sentido, argumentó que mantiene las tradiciones argentinas en su hogar, incluso sigue preparando asado y conviviendo con personas de distintas nacionalidades.
Este relato construye una faceta más tranquila y humana de Mauro Icardi: un deportista que, en plena adaptación a Estambul, conserva su identidad, afectos y costumbres, aunque haya cambiado de paisaje.
Pese a la polémica que lo envuelve por su separación con Wanda Nara y, su actual pareja, La China Suárez, con quien vive en Turquía, se mantiene enfocado en su crecimiento como futbolista en el exterior Galatasaray.
