Rufina Cabré, la hija de Nicolás Cabré y la actriz Eugenic “La China” Suárez, sorprendió al regresar anticipadamente a la Argentina luego de mudarse con su madre y Mauro Icardi a Turquía. Aunque su estadía en Estambul parecía destinada a consolidarse, ella misma expresó otro deseo que sorprendió a más de uno.
En este sentido, la periodista Paula Varela relató en el programa Intrusos (América TV) que Rufina dijo sentir mucha nostalgia: “Rufina extrañaba un poco y dijo que ya que iba a volver a principios de septiembre, cuando arranca efectivamente el colegio allá en Turquía, quería venir y aprovechar estos días de nuevo en Argentina para ver a la gente que quiere, para estar con su papá y con sus amigos”.
Ese deseo personal quedó en primer plano: lo explicó como una forma de reconectar con su entorno emocional antes de emprender esta etapa fuera del país. La escolaridad en Estambul sigue prevista, pero primero consideraba necesario reencontrarse con su vida previa. Es de mencionar que también hubo mucha polémica por la lujosa escuela a la que iba a asistir la pequeña.
Fuentes del entorno y de los medios de comunicación, coinciden en que no hubo conflictos ni cuestiones legales detrás del regreso; todo surgió en función del bienestar emocional de la niña. Según Paula Varela, Rufina misma manifestó “qué quería hacer” con claridad solo con el fin de sentirse bien.
Este cambio de planes fue inesperado para quienes seguían la noticia. La mudanza a Turquía ya había sido cubierta, pero el deseo espontáneo de regresar antes despertó nuevas especulaciones sobre su adaptación al entorno.
En definitiva, el retorno de Rufina se presenta como una decisión espontánea y sensible: una niña que, ante la perspectiva de una estadía en el exterior, prefirió volver primero a lo que conoce, a lo afectivo y lo familiar.