Connect with us

Hola, qué estás buscando?

POLÍTICA

Javier Milei busca cerrar con Donald Trump un acuerdo arancelario clave en Washington para reforzar la alianza estratégica con EE.UU.

Luis Kreckler viajará esta semana a la capital estadounidense para negociar un esquema que podría otorgar a Argentina una ventaja comercial frente a Brasil e India.

Milei
Los beneficiarios del fallo por YPF apuntaron contra EE.UU. por apoyar a Argentina. Acusaron errores legales y alertaron por el impacto político del escrito.

La relación entre Javier Milei y Donald Trump atraviesa un momento de alta sintonía política, pero la agenda económica del republicano impone obstáculos en las negociaciones para sellar un acuerdo arancelario bilateral. Según confirmaron fuentes oficiales, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Luis Kreckler, viajará a Washington para mantener reuniones con la Secretaría de Comercio y la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR). El objetivo es definir un marco que permita mejorar la competitividad argentina en medio de la guerra comercial que impulsa Trump.

Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha desplegado una política de aranceles elevados para proteger la industria estadounidense, frenar el tráfico de fentanilo y contener la inmigración ilegal. En esa línea, aplicó medidas restrictivas incluso contra socios históricos como la Unión Europea, Japón y Canadá, y endureció las condiciones para países de los BRICS como Brasil, India y China.

En este contexto, Washington no planea otorgar a Argentina excepciones que puedan convertirse en un precedente para otros aliados. El mejor escenario que maneja el Gobierno es alcanzar un arancel mínimo del 10% para exportaciones específicas. Una cifra que ya representaría una ventaja frente a competidores castigados por la política comercial estadounidense.

Un viaje con agenda abierta

Kreckler tiene previsto aterrizar en la capital estadounidense pasado mañana para encuentros de carácter reservado. Sin embargo, la agenda no está completamente cerrada: Trump suele modificar sus prioridades de forma abrupta. Tal y como ocurrió recientemente con el secretario de Estado, Marco Rubio, quien canceló un viaje a México y Ecuador para acompañar al mandatario a Alaska en una reunión con Vladimir Putin.

Si las reuniones se concretan, Argentina buscará reactivar la propuesta de un «tariff channel» presentada por el secretario de Comercio, Howard Lutnick, que permitiría un flujo constante de exportaciones mutuas con aranceles diferenciados. El proyecto quedó trabado por la dinámica de negociación que impuso Trump, pero ahora el Gobierno argentino pretende reflotarlo.

Demandas y condiciones de Washington

Estados Unidos exige a cambio que Argentina garantice la protección de patentes farmacéuticas y agropecuarias de empresas norteamericanas. Se trata de un punto que ya generó un pedido formal de hoja de ruta para su implementación. Además, Washington mantiene bajo estricta reserva los detalles de sus acuerdos comerciales con otros países, como Reino Unido, Tailandia y la Unión Europea.

Para la Casa Rosada, el mayor objetivo político sería que el propio Trump anuncie el acuerdo y que Milei lo ratifique de inmediato. Ese gesto, inédito hacia un país latinoamericano, consolidaría la alianza estratégica en un contexto global marcado por la incertidumbre.

Si el acuerdo se concreta con un arancel del 10%, Argentina obtendría una posición competitiva frente a Brasil e India. Dos de los principales afectados por la política comercial de Trump. Para el Gobierno, este resultado sería suficiente para presentarlo como un triunfo diplomático y comercial. Incluso si no logra las concesiones más ambiciosas que había planteado en un inicio.