Un reciente informe mostró un panorama complejo para el oficialismo y evidenció un repunte en la figura del gobernador bonaerense Axel Kicillof. Según el sondeo, la imagen positiva del mandatario provincial se ubica en 43,8%, mientras que la negativa llega al 51,1%. Estos números lo posicionan como el dirigente mejor valorado del país en este momento, superando incluso al presidente Javier Milei y cualquier otro dirigente que forma parte de las elecciones legislativas.
Inmediatamente detrás aparece la expresidenta Cristina Kirchner, con una imagen positiva del 41,8% y una negativa del 55,8%. La ubicación de la líder del kirchnerismo por encima del actual presidente marca un contraste relevante, ya que Javier Milei aparece recién en el tercer puesto con una valoración positiva del 39,8% y una negativa total de 58,5%.
Más abajo se encuentra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que alcanza el 38,8% de positiva y un 58% de negativa. El estudio también midió a figuras clave del círculo presidencial, en medio del escándalo generado por los audios que vinculan a funcionarios con presuntos pedidos de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad. Allí, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, registra un 34,4% de imagen positiva y un 58% de rechazo. Por su parte, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, alcanza apenas un 32,8% de positiva frente a un 61,4% de negativa.
Alarma para Javier Milei
La consultora dirigida por Shila Vilker también evaluó la evolución de la percepción sobre la gestión de Javier Milei. Entre julio y agosto, la aprobación cayó un 8,1%, quedando en 39%. Esta cifra marca un retroceso considerable, ya que el gobierno había alcanzado picos superiores al 50% en meses anteriores. En contrapartida, la negatividad hacia la administración libertaria trepó al 57%, diez puntos más que en junio, consolidando una tendencia de desgaste político y social.
El informe confirma que la imagen del Presidente atraviesa su peor momento desde el inicio de la gestión y, por primera vez, queda por debajo no solo de Axel Kicillof, sino también de Cristina Kirchner. Este dato adquiere un peso particular porque se produce en medio de una coyuntura marcada por denuncias de corrupción y por tensiones políticas con el Congreso, donde la oposición consiguió revertir algunos vetos presidenciales.