La FIFA sorprendió con un anuncio que puede transformar de raíz el funcionamiento de muchos equipos alrededor del mundo. A partir de ahora, quedará prohibido transferir futbolistas entre clubes que pertenezcan a un mismo grupo empresarial. La medida apunta a frenar el intercambio casi inmediato de jugadores entre instituciones con el mismo dueño.
Los motivos detrás de la decisión
Según explicó el máximo organismo del fútbol, la iniciativa persigue tres metas principales: impedir que ciertos grupos acumulen un número excesivo de futbolistas, incentivar vínculos contractuales más largos y ofrecer una mayor estabilidad a los jugadores. Con esto, la FIFA busca un mercado más equilibrado y menos concentrado en manos de pocos conglomerados.
Esta normativa no aparece de forma aislada. Se suma a la ya conocida restricción sobre préstamos: el reglamento vigente indica que un club solo puede ceder a seis futbolistas como máximo por temporada, un límite que cambió la dinámica del negocio de las cesiones y ahora se complementa con esta nueva prohibición de traspasos internos.
Un desafío para los grandes grupos
La regla impacta de lleno en los conglomerados con presencia en varias ligas. City Football Group, Grupo Pachuca, Eagle Football Club y Red Bull se encuentran entre los más expuestos, ya que habitualmente movían piezas dentro de sus propias estructuras. Ahora deberán buscar refuerzos fuera de su red o potenciar jugadores formados en sus canteras, modificando de manera significativa sus estrategias de fichajes.
Uno de los casos más comentados involucra al Eagle Football Club, propiedad de John Textor. El pase de Thiago Almada fue adquirido por este grupo y, en apenas seis meses, pasó de jugar en Botafogo a vestir la camiseta del Olympique de Lyon, dos clubes bajo el mismo control empresarial. Con la nueva normativa, operaciones como esta quedarán directamente bloqueadas.
Consecuencias más allá del mercado de pases
El grupo de Textor ya había sido protagonista de otra polémica con la FIFA. El Crystal Palace, que recientemente levantó la Community Shield, no podrá disputar la Europa League debido a las reglas que regulan la propiedad multiclub en torneos internacionales. Esto demuestra que el organismo no solo apunta al mercado de transferencias, sino también a garantizar la transparencia en las competencias.
Con este nuevo marco, los grupos que manejan varios equipos deberán reinventarse para mantenerse competitivos. La FIFA, en tanto, envía una señal clara: limitar el control excesivo y la circulación de futbolistas entre entidades bajo la misma bandera es ahora una prioridad para el futuro del fútbol mundial.