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POLÍTICA

Los controladores aéreos levantaron el paro del jueves

 

El gremio anunció la suspensión de la medida de fuerza, aunque la del próximo sábado se mantiene vigente mientras avanzan las negociaciones.

 
controladores aéreos
El Gobierno advirtió que los controladores aéreos deberán garantizar un 45% de vuelos durante el paro. ANAC controlará y anticipan sanciones.

La segunda jornada del paro de controladores aéreos concluyó este martes a las 17, tras cinco horas de interrupción que afectaron de manera directa a miles de pasajeros en todo el país. La medida de fuerza, que se había iniciado a las 14, se sumó a la primera protesta realizada en la mañana, entre las 7 y las 10, y dejó como saldo más de 15.000 personas afectadas por cancelaciones, reprogramaciones y largas esperas en los aeropuertos más importantes del país, como Aeroparque y Ezeiza.

En un comunicado oficial, la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) informó que fueron convocados a una audiencia en la Secretaría de Trabajo para el miércoles 27 de agosto. «Fuimos convocados a una audiencia el miércoles 27/08 en la Secretaría de Trabajo», precisó el gremio, y agregó que el Plenario de Delegados decidió postergar la medida prevista para el jueves 28, aunque ratificó la que tendrá lugar el sábado 30.

La suspensión del paro del jueves se resolvió para abrir una instancia de negociación que, de todos modos, no detiene la escalada de medidas. El sindicato adelantó que las interrupciones programadas para el sábado seguirán vigentes: no habrá despegues entre las 13 y las 16 y tampoco entre las 19 y las 22. Además, advirtió que, de no alcanzar un acuerdo con las autoridades, las protestas podrían extenderse a lo largo de septiembre, lo que anticipa un escenario conflictivo para el sector aéreo.

Mientras tanto, los pasajeros expresaron su frustración en las terminales. En Aeroparque, una mujer contó que debía volar a San Pablo pero que aún no sabía el horario: «Nos enteramos de la medida de fuerza, pero no estamos acostumbrados a estas cosas». En Ezeiza, otra joven relató que llegó desde Bogotá a las 5 de la mañana y le cancelaron la conexión: recién pudo reprogramar un vuelo para la tarde. Los testimonios reflejan el impacto inmediato que este tipo de medidas generan en la vida cotidiana de miles de personas.

Paro de controladores aéros: más allá de los vuelos

El conflicto de los controladores no solo afecta la programación de vuelos nacionales e internacionales, sino que también expone las tensiones que atraviesa el sector en relación con las condiciones laborales, la negociación salarial y la seguridad operacional. Aunque el gremio evitó dar precisiones sobre los puntos de discusión que se llevarán a la audiencia en Trabajo, remarcó que la situación se mantendrá en estado de alerta y que, en caso de no obtener respuestas satisfactorias, las protestas continuarán con mayor intensidad.

Con este telón de fondo, el paro de controladores aéreos se instaló como un nuevo frente de conflicto para el Gobierno, que busca evitar que el malestar en los aeropuertos se traduzca en un desgaste político y económico en un contexto ya marcado por tensiones sociales.