El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, exigió hoy la declaración de una «emergencia alimentaria, sanitaria y habitacional» para los jubilados, denunciando que mientras el Gobierno nacional veta leyes destinadas a proteger a los adultos mayores, quienes dependen de una jubilación «literalmente se están muriendo de hambre».
La denuncia surge en un contexto crítico para más de cinco millones de jubilados y pensionados que atraviesan una situación de extrema vulnerabilidad económica y social. Semino realizó estas declaraciones durante una entrevista en el programa «Sin corbata», que se transmite por Splendid AM 990, donde expuso con crudeza la realidad que enfrentan los adultos mayores en Argentina.
«Los jubilados, los pensionados, todo este sector que hoy no tiene red social ni política, literalmente se está muriendo de hambre«, afirmó el funcionario, quien no dudó en calificar la situación actual como dramática e insostenible. Sus palabras reflejan la preocupación por un sector de la población que se encuentra cada vez más desprotegido ante el avance de la crisis económica.
El defensor describió la situación como «un permanente ‘deja vu’, porque hace un año estábamos en el mismo escenario». Recordó que el Congreso Nacional había sancionado medidas similares para proteger al sector pasivo, las cuales fueron posteriormente vetadas por el Poder Ejecutivo, mientras que «el sistema político abandonó el tema por un año». Esta repetición de patrones evidencia, según Semino, la falta de continuidad en las políticas públicas destinadas a los jubilados.
Una realidad en cifras alarmantes
Los números que presentó Semino resultan contundentes para dimensionar la gravedad de la crisis. «Hay cinco millones de personas que perciben en este momento 379.000 pesos, y un millón más, que son las personas con discapacidad, que no llegan a los 320.000», detalló. Estas cifras ponen en evidencia la imposibilidad de subsistir con dignidad en el contexto inflacionario actual.
«Nadie puede suponer que con eso se puede subsistir en la Argentina, en medio de esta crisis que viene de hace tiempo», subrayó el funcionario, quien considera que estos montos resultan claramente insuficientes para cubrir las necesidades básicas de alimentación, salud y vivienda que requiere cualquier persona.
Para hacer frente a esta emergencia, Semino propuso una solución integral que involucre a todos los niveles del Estado. Reclamó «para la tercera edad una emergencia alimentaria, sanitaria y habitacional», y exigió «que para eso se empleen recursos del Presupuesto Nacional, pero que tampoco se desentiendan los gobernadores de los presupuestos provinciales y los municipales».
Crisis sanitaria y habitacional
El panorama sanitario tampoco escapa a la crítica situación. Según el defensor, en materia de salud «no hay atención médica en tiempo y forma», lo que agrava la condición de vulnerabilidad de los adultos mayores. Además, explicó que un jubilado actualmente «no puede comprar su medicación, ni obtenerla en las farmacias», especialmente después de que el año pasado se eliminara la gratuidad de los medicamentos para este sector.
La problemática habitacional presenta características igualmente preocupantes. Semino detalló que «hay pilas de jubilados en las grandes ciudades viviendo en pocilgas», una realidad que refleja las condiciones indignas en las que se ven obligados a vivir muchos adultos mayores. Como ejemplo concreto, mencionó que «en la ciudad de Buenos Aires una habitación con baño compartido cuesta más de 200.000 pesos, para alguien que cobra poco más de 300.000».
Esta disparidad entre ingresos y costos de vivienda coloca a los jubilados en una situación de extrema vulnerabilidad, obligándolos a elegir entre pagar un techo digno o destinar sus escasos recursos a alimentación y medicamentos.