El peronismo, al igual que en otras elecciones, puso sobre la mesa una estrategia en las elecciones legislativas del próximo 7 de septiembre en PBA y 26 de octubre a nivel nacional: las candidaturas testimoniales. Sin embargo, una encuesta de una consultora revela que esta práctica no es positiva y la sociedad podría darle un revés al espacio.
D’Alessio IROL / Berensztein, consultora a cargo de medir el humor social en la provincia de Buenos Aires, reveló datos que preocupan a Fuerza Patria. La pregunta concreta era: «¿Está de acuerdo con que un funcionario que hoy ocupa un cargo ejecutivo sea candidato y, si gana, no asuma?«.
Los resultados ante esta consulta fueron contundentes. El 50,2% de los consultados está «muy en desacuerdo» con que el que gana no asuma en su banca, mientras que el 11,4% se encuentra «algo en desacuerdo». El 61,6% se mostró «en total desacuerdo» con esta estrategia del peronismo que lleva a figuras como la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi bajo esta modalidad.
Solo un 25,1% se mostró a favor de esta estrategia (15,2% muy de acuerdo y 9,9% algo de acuerdo), mientras que un 13,3% no supo o no contestó. El rechazo a las candidaturas testimoniales es transversal a todos los espacios políticos. Entre los votantes de Unión por la Patria en 2023, el rechazo llega al 42%, mientras que entre los de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, la cifra se dispara al 82% y 75%, respectivamente.
La encuesta, realizada sobre 1.157 casos en la provincia de Buenos Aires, pone sobre la mesa el riesgo que asume el peronismo al recurrir a esta táctica en un electorado que, según el estudio, se muestra cada vez más crítico y exigente con la dirigencia política.
Una estrategia peronista
Entre los intendentes que encabezan listas por Fuerza Patria se encuentran Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas). A ellos se suman otros como Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela) y Pablo Zurro (Pehuajó), entre otros.
En caso de que estos dirigentes salgan electos, los que realmente asumirán en las bancas de diputados serán sus suplentes porque ellos no dejarán sus cargos principales, lo que genera disconformidad dentro del electorado.