Las ventas minoristas cayeron en julio un 5,7% respecto de junio. El dato, informado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), marcó el cuarto mes consecutivo con retrocesos en el consumo. En la comparación interanual, las ventas de las pymes bajaron 2% frente a julio de 2024.
Es la tercera caída seguida en este indicador. Sin embargo, el acumulado de 2025 todavía muestra un avance del 7,6% respecto al año pasado. La baja de julio se sumó a un retroceso del 0,5% en junio y del 2,9% en mayo. Esos descensos cortaron una serie de subas registradas entre diciembre y abril, que incluyeron picos del 25,5% en enero y 24% en febrero.
Promociones y descuentos no alcanzaron
Según la CAME, el consumo se vio afectado por elendeudamiento de los hogares, el uso limitado del crédito y el aumento de los costos operativos. Los comercios ofrecieron cuotas sin interés, descuentos y promociones, pero el efecto fue insuficiente.
Algunos locales sumaron entregas a domicilio y venta online para captar más clientes. Aun así, las compras se concentraron en productos de primera necesidad y montos bajos. Las familias planificaron cada gasto con cuidado.
Los rubros más golpeados fueron los que dependen de compras no esenciales. Los consumidores priorizaron alimentos, artículos de higiene y bienes básicos.
Aunque el saldo acumulado del año sigue en positivo, la tendencia reciente preocupa al sector. La CAME advirtió que, sin mejoras en el poder adquisitivo y una baja en el nivel de deuda, será difícil sostener las ventas.
Comerciantes y cámaras empresarias señalaron que la recuperación del consumo en las ventas minoristas dependerá de un freno en la inflación y de mejores condiciones de financiamiento. También apuntaron a la necesidad de políticas que estimulen la demanda interna y reduzcan la presión sobre los costos.
Las perspectivas para los próximos meses son moderadas. Comerciantes y cámaras esperan que la inflación y el crédito definan si el consumo logra estabilizarse o continúa en baja.