Connect with us

Hola, qué estás buscando?

ESPECTÁCULO

Tristeza en Canal Trece por lo que se comunicó sobre María Julia Oliván: «Le hicieron un injerto, le sacaron piel de una parte de la pierna»

La periodista está atravesando un infierno.

Fuertísimo fue lo que se vivió en Canal Trece, más precisamente en Puro Show, el programa que llevan adelante Pampito y Matías Vázquez. Fue allí donde se contó lo que está pasando con María Julia Oliván, quien hace ya varias semanas sufrió gravísimas quemaduras en su cuerpo.

Y es que si bien la periodista recibió el alta hospitalaria, aseguró que no tendrá el alta definitiva al menos de acá a dos años. Sus quemaduras son graves y le generan muchísimo dolor. «Tiene toda la pierna quemada. Le hicieron un injerto. Le sacaron piel de una parte de la pierna que estaba bien», expuso Fernanda Iglesias.

«Se la pusieron porque no se regeneraba. Me mostró la pierna… Está siempre vendada y con pantalón. Le duele mucho. En junio ella estaba en su oficina, estaba cansada… Tenía frío, agarró el etanol y lo tiró con el fuego prendido. Explotó en toda la pierna y en la mano. La hija de Gonzalo Bonadeo que estaba con ella, le dijo que se sacara la ropa. Eso le salvó la vida», aclararon.

«María Julia estuvo al borde de la muerte», expuso Matías Vázquez. «Lo peor de estar con el cuerpo quemado es el riesgo de las infecciones, por eso lo querían matar rápido a su casa», dijo Fernanda Iglesias. Fue allí cuando se escuchó la palabra de la periodista.

«Es estar internada en mi casa. Mi habitación está llena de gasas, de cremas. Es lindo porque estoy con mi familia, pero es más incómodo porque no tengo enfermeros que me estén asistiendo con los dolores y las heridas. Perdí muchas capas en la piel en la pierna. El bidón se me reventó», manifestó María Julia Oliván.

«Me hicieron un injerto. Algunos días trabajo y otros tengo que estar en reposo porque no puedo, me molesta todo el tiempo. Estuve 57 días sin salir de la cama. En un momento, un catéter me dolió muchísimo. Yo estaba llorando… me agarró como un bajón. Nunca había llorado tanto», sentenció.

María Julia Oliván