El Congreso retoma la actividad esta semana bajo un clima cargado de tensión política. Tras el cierre de listas electorales, el Senado se perfila como un escenario de choques directos entre la oposición y el Gobierno de Javier Milei. Con proyectos sensibles en carpeta y la posibilidad de nuevas derrotas en el recinto, la Cámara alta se prepara para días clave que pondrán en jaque la estrategia oficialista.
La primera pulseada llegará este martes con dos plenarios. A las 15 horas, las comisiones de Salud —presidida por la cristinista Lucía Corpacci—, de Población y de Presupuesto se reunirán para analizar la iniciativa que declara la emergencia sanitaria pediátrica, una norma que ya cuenta con media sanción de Diputados. Una hora y media más tarde será el turno de las comisiones de Educación, comandada por Eduardo “Wado” De Pedro, y de Hacienda, que debatirán el blindaje del presupuesto universitario. Se trata de un texto que el Congreso ya había sancionado en 2024, pero que el Ejecutivo vetó, y que ahora la oposición insiste en reflotar.
La agenda continuará el miércoles con la comisión de Acuerdos, que desde las 10 tratará pliegos militares enviados por la Casa Rosada. Ese mismo día, a las 11, un plenario de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales volverá a escuchar a jueces y constitucionalistas sobre la posibilidad de ampliar la Corte Suprema de Justicia. Entre los convocados figuran las magistradas María Eugenia Chapero, Eleonora Peliza y Martha Altabe, además de los especialistas Antonio María Hernández y Alberto Spota.
La jugada de la oposición
El kirchnerismo modificó su postura en las últimas semanas: del proyecto inicial de 15 miembros, hundido en 2022, pasó a considerar opciones de nueve y finalmente de siete integrantes. Esa cifra podría acercar posiciones con algunos dialoguistas que ven con buenos ojos avanzar en un dictamen, aunque el oficialismo no envió señales claras y evita comprometerse en un tema que incomoda al presidente Milei.
Congreso caliente
El verdadero foco de tensión estará en el recinto. El Frente de Todos busca autoconvocarse el jueves para derogar decretos del Ejecutivo que ya rechazó Diputados. Entre ellos, los vinculados al INTI, INTA, Vialidad y el Banco de Datos Genéticos. La estrategia oficialista, en cambio, es ganar tiempo y trasladar cualquier votación a la última semana de agosto. A saber, cuando también estén listos los dictámenes de universidades y pediatría.
Algunos opositores creen que lo más conveniente es esperar y llevar todos los proyectos juntos al recinto el 27 y 28 de agosto. Pero si el kirchnerismo logra forzar una sesión esta semana y alcanza los dos tercios necesarios, el Gobierno podría sufrir un duro traspié político. Y con el riesgo de ver desactivados decretos clave antes de tiempo.
En este contexto, el Senado se transforma en una caja de resonancia de la campaña. Mientras Milei busca blindar su discurso económico, la oposición acelera con temas de alto impacto social. Por ejemplo, la universidad y la salud infantil, que ponen al Ejecutivo en el incómodo lugar de tener que vetar o aceptar demandas sensibles.