El miércoles comenzó con cautela en la City, pero apenas se conocieron los detalles del paquete de apoyo financiero de Estados Unidos, la tendencia cambió de manera abrupta. El riesgo país se desplomó 179 puntos hasta las 839 unidades, el nivel más bajo en meses, y los bonos soberanos experimentaron alzas significativas en todas sus series.
La reacción también se trasladó a Wall Street: los ADRs de compañías argentinas escalaron hasta 11%, con Grupo Galicia y Banco Supervielle a la cabeza, mientras que YPF y Vista Energy treparon 8%. En un contexto de incertidumbre global, los papeles locales encontraron aire gracias al anuncio del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
El anuncio de Bessent y la señal política de Washington
El funcionario republicano detalló un paquete de USD 20.000 millones que incluye un swap de monedas con el Banco Central, compra de bonos argentinos y préstamos stand-by. La medida apunta a reforzar las reservas, despejar vencimientos y dar un mensaje de confianza al mercado.
La magnitud del apoyo sorprendió incluso a los analistas más optimistas. Federico Filippini, economista jefe de Adcap Grupo Financiero, destacó que “el post de Bessent generó una reacción inmediata: los bonos saltaron más de 5%, reflejando que la ayuda es mayor a lo que estaba descontado”.
El Gobierno celebra: “Empieza una nueva era”
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, fue el primero en reaccionar públicamente. “Bueno, ¿qué se puede agregar más que thank you, Secretary?”, escribió en sus redes sociales. Y agregó: “Argentinos, empieza una nueva era, a trabajar todos juntos para hacer nuestro país grande nuevamente”.
Desde la Casa Rosada vinculan el anuncio a la relación personal entre Javier Milei y Donald Trump, que esta semana mantendrán un encuentro bilateral en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU. El vínculo político se traduce así en un respaldo financiero concreto que fortalece al Presidente en medio de un año marcado por la volatilidad cambiaria.
El impacto en el dólar
La reacción positiva no se limitó a los activos financieros. El dólar mayorista retrocedió hasta los $1.335, su nivel más bajo desde fines de agosto. Mientras que en el Banco Nación la divisa al público se ofrecía a $1.350 para la venta, con una baja de 35 pesos en la jornada.
De esta manera, el tipo de cambio oficial quedó casi un 10% por debajo del techo de la banda cambiaria establecida por el Banco Central. En la práctica, el anuncio de Washington alivió la presión inmediata sobre las reservas y moderó las expectativas de devaluación.
Contexto y proyección
La asistencia de Estados Unidos se produce en un momento clave, cuando la Argentina enfrenta compromisos por más de USD 20.000 millones entre octubre de 2025 y junio de 2026. Con la posibilidad de cubrir vencimientos y al mismo tiempo reforzar las reservas, el Gobierno gana margen de maniobra para sostener su programa económico.
La oposición había intentado instalar en los últimos días la idea de un escenario de default inminente. Sin embargo, el respaldo del Tesoro norteamericano derrumba esas versiones y deja en evidencia, una vez más, la fragilidad del relato kirchnerista, que apuesta a la desestabilización.
El oficialismo, por el contrario, encuentra en esta señal una confirmación de que la estrategia de ajuste fiscal y apertura al mundo rinde frutos. “La Argentina empieza a recuperar credibilidad internacional”, señalan fuentes cercanas al Presidente.
Una jugada que trasciende lo económico
El paquete de ayuda también tiene una lectura geopolítica. Washington busca limitar la influencia de China en América Latina y, en particular, en la Argentina. Y es que los swaps con el Banco Popular y las inversiones en infraestructura habían ganado peso en los últimos años.
Al mismo tiempo, la foto de Milei con Trump en la ONU y el anuncio de respaldo financiero representan un mensaje claro. La Argentina vuelve a alinearse con Occidente y deja atrás la política de sometimiento a potencias autoritarias que caracterizó al kirchnerismo.