La plaza financiera argentina volvió a mostrar señales de tensión este viernes. El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires caía 2,2% hacia el mediodía y se ubicaba en 1.770.000 puntos, mientras que las acciones argentinas que cotizan en Wall Street (ADR) resignaban hasta 5,7%. A la par, los bonos en dólares retrocedían en promedio un 3%, en una rueda marcada por la presión cambiaria y la incertidumbre política tras la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas de Buenos Aires.
El dólar mayorista alcanzó un récord de 1.454 pesos a las 13:30, apenas por debajo del techo de la banda de flotación definida por el Banco Central. “Hay una postura muy grande de venta en el techo de la banda, a $1.472, el techo hoy del esquema cambiario”, explicó en la red social X el economista Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group.
Hacia las 14, la divisa se negociaba en la plaza interbancaria en torno a $1.440, lo que implicaba un avance de 0,6% respecto del jueves.
Bonos y acciones en rojo
En Wall Street, Edenor y Central Puerto encabezaban las bajas con retrocesos de 5,7% y 5,2% respectivamente. En el segmento de deuda, los bonos Globales, que pagan renta en dólares, se desplomaban 3% en promedio.
La caída se produce en un contexto de aversión al riesgo, con inversores atentos a la evolución del mercado cambiario y al escenario político de cara a las elecciones de medio término.
El rol del Banco Central
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, reconoció en una entrevista que el fuerte apretón monetario implementado en las últimas semanas “fue transitorio” y aseguró que ahora se apunta a “una situación de mayor normalidad”.
“Es cierto que las empresas se encontraron con situaciones complicadas por el fuerte aumento de las tasas y la escasez de pesos”, admitió Bausili, aunque subrayó que la autoridad monetaria seguirá siendo “cauta en materia monetaria”.
En la semana, el Banco Central bajó diez puntos la tasa de pases a 35% y redujo el rendimiento en la última licitación de bonos. Aunque éstos aún ofrecen tasas efectivas cercanas al 60% anual, más del doble de la inflación proyectada.
La posición del Gobierno
El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que el Tesoro no intervino en el mercado de cambios. A su vez, ratificó que el ancla fiscal y las bandas cambiarias se mantienen. “Vamos a seguir con el plan acordado y sin alterar las reglas”, señaló.
Consultoras privadas advirtieron que el Gobierno enfrentará un bimestre complejo en el frente cambiario. “Sin los aportes del agro, con un mercado dependiente de flujos financieros y un riesgo electoral creciente, el desbalance proyectado es muy significativo. Se prevé venta de reservas”, sostuvo un informe de C-P Consultora.
Perspectivas hacia fin de año
Para la consultora Inversiones Andinas, la derrota electoral en Buenos Aires “aceleró las presiones cambiarias”. Y dejó al Ejecutivo “frente a un dilema de alto costo: perder reservas, convalidar mayor inflación o reinstalar restricciones cambiarias”.
El informe destacó que, hasta las elecciones de octubre, el sostén principal vendrá de los desembolsos del FMI. Aunque advirtió que la sostenibilidad posterior sigue siendo incierta.
En este marco, los inversores permanecen en estado de cautela mientras el Gobierno insiste en su compromiso de ajuste fiscal y disciplina monetaria. Pilares que sostienen la relación con el FMI y que, según la Casa Rosada, marcarán el rumbo económico más allá de la coyuntura electoral.