Dos aeronaves militares de Nicolás Maduro sobrevolaron este viernes a baja distancia de un buque de la Armada de Estados Unidos en aguas internacionales. El Departamento de Defensa calificó la acción como “altamente provocadora” y advirtió al régimen chavista que no intente obstaculizar las operaciones de seguridad que Washington ejecuta en el Caribe.
Operación antidrogas en el Caribe
Según un comunicado oficial difundido en la red social X, la maniobra tuvo como fin interferir en las misiones estadounidenses contra el narcotráfico y el terrorismo. El texto remarcó que Caracas recibió una advertencia clara de no continuar con acciones que busquen obstruir los operativos de intercepción.
El documento no precisó qué tipo de aeronaves venezolanas participaron en el hostigamiento ni reveló la identidad del buque estadounidense. Sin embargo, fuentes del Pentágono citadas por CBS News señalaron que fueron dos cazas F-16 los que se aproximaron al destructor USS Jason Dunham, una nave de misiles guiados clase Arleigh Burke desplegada recientemente en la región. Los funcionarios consultados describieron el hecho como una “demostración de fuerza”.
Medios locales también informaron que no está claro si el Jason Dunham respondió con alguna maniobra a la aproximación de las aeronaves chavistas.
Contexto de tensión entre Washington y Caracas
El despliegue de buques de la Marina estadounidense en el Caribe forma parte de una operación ampliada contra el narcoterrorismo. Washington acusa al Cartel de los Soles, vinculado con el chavismo, de utilizar la región para enviar cargamentos ilícitos hacia Estados Unidos.
De acuerdo con el Pentágono, la misión busca desarticular redes criminales y cortar las rutas de drogas que parten desde América Latina. Esta ofensiva se enmarca en la creciente presión de Washington sobre el régimen de Maduro, a quien acusa de facilitar actividades ilegales. El Departamento de Justicia llegó incluso a duplicar la recompensa por la captura del líder chavista, llevándola a 50 millones de dólares.
Nicolás Maduro, por su parte, rechaza las acusaciones y sostiene que la presencia de buques estadounidenses en la zona constituye una amenaza directa contra Venezuela. En días recientes calificó estos despliegues como una “amenaza criminal y sangrienta” y ordenó reforzar la vigilancia con drones y embarcaciones navales en la costa.
El incidente ocurrió pocos días después de que el Pentágono informara sobre un operativo contra una lancha rápida que transportaba drogas desde Venezuela. En esa acción fueron abatidas once personas, identificadas como integrantes del grupo criminal Tren de Aragua.
Tanto Donald Trump como el secretario de Estado Marco Rubio destacaron la operación como parte de la ofensiva contra el narcotráfico en la región.La tensión entre Washington y Caracas sigue en aumento, y el hostigamiento de aeronaves militares de Maduro contra un buque de la Armada de Estados Unidos refuerza el escenario de confrontación en aguas internacionales.