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POLÍTICA

Barrios de Pie desafía al Gobierno con ollas populares frente al Ministerio de Capital Humano

 

La organización social, acompañada por otros movimientos, denunció que la crisis alimentaria golpea cada vez más fuerte a las familias y cuestionó al presidente Javier Milei.

 
Barrios de Pie

Barrios de Pie encabezó una jornada de protesta frente al Ministerio de Capital Humano con la instalación de ollas populares para visibilizar la crítica situación de los comedores comunitarios. La organización social, acompañada por otros movimientos, denunció que la crisis alimentaria golpea cada vez más fuerte a las familias y cuestionó al presidente Javier Milei y a la ministra Sandra Pettovello por la falta de respuestas. Según señaló Norma Morales, referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), “el hambre crece” y el Gobierno nacional “da la espalda al pueblo”.

La concentración tuvo como objetivo mostrar en el espacio público la realidad que atraviesan los barrios populares. Las organizaciones remarcaron que, en los últimos meses, aumentó la cantidad de personas que acuden a los comedores en busca de un plato de comida. Bajo ese marco, acusaron a la gestión de Milei de profundizar un ajuste que afecta a los sectores más vulnerables, al tiempo que beneficia a los grandes exportadores y empresarios.

En declaraciones a la Agencia Noticias Argentinas, Morales fue tajante al señalar que las políticas oficiales “condenan a la pobreza” a miles de familias. A su vez, criticó la decisión presidencial de eliminar las retenciones a la exportación de granos. También apuntó contra la reducción de jubilaciones y asignaciones a personas con discapacidad. Para la dirigente, estas medidas revelan un modelo de país que prioriza a los ricos por sobre los trabajadores y las cuidadoras comunitarias, quienes continúan sin un salario digno.

Críticas a Pettovello y a la gestión de los alimentos

La protesta también tuvo un fuerte componente simbólico. Morales denunció que, mientras el Gobierno acusa a los movimientos sociales de ser “fantasmas”, son en realidad las autoridades quienes “se enriquecen robándole al pueblo y multiplicando el hambre”. Y agregó que con apenas el 3% de las supuestas “coimas” atribuidas a Karina Milei se podrían haber financiado más de 10.000 ollas populares mensuales. Así, según argumentaron, un millón de niños no se vaya a dormir con hambre.

La movilización frente al Ministerio de Capital Humano también apuntó contra la titular de la cartera, Sandra Pettovello. Según remarcaron desde las organizaciones sociales, las auditorías que el Gobierno había presentado como argumento para recortar la entrega de alimentos nunca se realizaron. En esa línea, cuestionaron que tampoco se haya transparentado el destino de los fondos presupuestados para la compra de comida destinada a los comedores.

Esta falta de control se convirtió en un eje central del reclamo. “No podemos naturalizar que en nuestro país las niñeces pasen hambre. La dignidad no se negocia”, sentenció Morales. La dirigente insistió en que las ollas populares son una muestra de resistencia social ante la falta de políticas públicas de asistencia básica.

Una protesta que se suma a la tensión social

El conflicto por los alimentos no es aislado, sino parte de un escenario de creciente tensión social. Distintos sectores denuncian que el ajuste aplicado por el Gobierno nacional se traduce en un deterioro acelerado de la calidad de vida en los barrios. Jubilados, trabajadores informales, estudiantes y personas con discapacidad se encuentran entre los más golpeados por las medidas económicas.

En este contexto, las organizaciones nucleadas en la UTEP y otros movimientos anticiparon que continuarán con la presencia en las calles. Su estrategia combina la instalación de ollas populares, movilizaciones y campañas de denuncia pública para exponer lo que consideran un modelo de ajuste “cruel e insostenible”.