El arranque de Carlo Ancelotti al frente de la Selección de Brasil tuvo buenos resultados deportivos: en sus tres primeros partidos cosechó dos victorias y un empate, sin recibir goles. Sin embargo, lejos de la tranquilidad, el entrenador italiano quedó en el centro de la escena por una elección que dividió aguas entre Madrid y Barcelona.
Lo que generó controversia fue la ausencia de todos los brasileños del Real Madrid en la última convocatoria de septiembre: ni Éder Militao, ni Rodrygo, ni Vinícius Jr., ni siquiera el joven Endrick fueron citados. El argumento parecía claro: sanciones y lesiones en algunos casos. Pero la explicación no convenció a todos.
La queja desde Barcelona
Mientras tanto, en Barcelona estalló la indignación por la situación de Raphinha. El delantero fue obligado a disputar el duelo ante Chile y posiblemente también frente a Bolivia, a pesar de que la Canarinha ya estaba clasificada al Mundial 2026. Para los medios catalanes, la decisión fue un exceso que dejó al jugador con un desgaste físico innecesario.
El Diario Sport fue tajante en su análisis. El periodista Joaquim Piera escribió: “Raphinha nunca debió haber sido convocado en esta fecha FIFA, porque los partidos carecen de valor añadido”. Y añadió: “Esto demuestra un preocupante trato desigual entre el internacional blaugrana y la armada canarinha merengue”. En la misma línea, Mundo Deportivo calificó la citación como una “carga física y logística considerable”.
Raphinha se expresó tras el partido
Después de disputar 80 minutos en la victoria frente a Chile, el propio Raphinha se encargó de dar su punto de vista. Lo hizo en sus redes sociales, con un mensaje que disipó cualquier duda sobre su compromiso con Brasil. “Cada día es un nuevo desafío, pero la fuerza viene de aquellos que no se dan por vencidos. ¡Orgulloso de usar esta camiseta! Seguimos por más”, escribió en Instagram.
Con esas palabras, el extremo dejó en claro que no comparte las críticas y que su deseo sigue siendo representar a la Selección siempre que lo convoquen. Mientras tanto, la polémica continúa en España, donde muchos interpretan que Ancelotti aún mantiene lazos invisibles con su pasado en el Real Madrid.