Carolina “Pampita” Ardohain atraviesa días de gran angustia tras el robo que sufrió en su casa mientras se encontraba de viaje por compromisos laborales. El escruche no solo le generó pérdidas materiales, sino que además la obligó a iniciar trámites de urgencia, ya que entre los objetos sustraídos estaba el permiso de viaje de su hija menor, Ana.
El lunes por la tarde, cerca de las 16.40, la modelo regresó a su domicilio acompañada por Anita y una custodia asignada por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Apenas llegó, Pampita se encontró con una gran cantidad de periodistas apostados en la puerta de su casa. Primero pidió ingresar con su hija para resguardarla y luego salió nuevamente a dialogar con los medios.
? HABLA PAMPITA TRAS SU ROBO:
— América TV (@AmericaTV) September 22, 2025
? "Hay secreto de sumario"
? "Me devolvieron también los documentos de Ana"
? "Recuperé los celulares con las fotos de mi hija Blanca"
Cc #ALaTarde @JotaxTV pic.twitter.com/eaeq9iNQnq
Pampita recuperó algunas de las cosas robadas
Ante las consultas, aclaró que no podía brindar demasiados detalles porque la causa está bajo secreto de sumario. Sin embargo, sorprendió al confirmar que logró recuperar documentación clave: “Una persona se comunicó con Lizardo Ponce de Rumis y me devolvió el pasaporte y el permiso de viaje de mi hija”, contó.
La devolución representó un alivio en medio de una situación cargada de tensión. Pampita destacó la importancia de estos documentos, ya que su ausencia le había significado gestiones inmediatas además de la denuncia policial correspondiente.
Según informaron los medios, fueron siete los delincuentes que ingresaron a la propiedad el viernes por la noche, aprovechando que la conductora estaba fuera del país. Los ladrones permanecieron alrededor de seis horas dentro de la vivienda, tiempo en el que seleccionaron objetos de valor, dinero, joyas y dispositivos electrónicos.
La investigación sigue en curso y busca determinar cómo fue el accionar de la banda, que mostró un alto grado de planificación. Para los investigadores, la duración del robo, la logística empleada y la selección específica de pertenencias refuerzan la hipótesis de inteligencia previa.