El Gobierno nacional presentó el proyecto de Presupuesto 2026 para el Congreso de la Nación con un objetivo claro: achicar el gasto político y responder a la demanda social de austeridad. La propuesta enviada a Diputados contempla una disminución de casi mil empleados y una baja real en la distribución de fondos entre las cámaras, marcando un contraste con el despilfarro heredado de gestiones anteriores.
De acuerdo con las planillas oficiales, el gasto total previsto para el Poder Legislativo asciende a $674.013 millones entre partidas corrientes y de capital. El número representa un incremento nominal del 9,8%, pero si se descuenta la inflación proyectada del 14,1% implica una contracción real del 3,8%.
Menos personal, más eficiencia
Actualmente el Congreso emplea a 14.402 personas. Para 2026, la cifra bajará a 13.454, lo que significa un recorte de 948 empleados, equivalente al 6,6% de la planta. La medida se traduce en una mejor asignación de recursos: con menos personal, el ingreso promedio de los agentes legislativos crecerá 10,9% en términos reales.
En la Cámara de Diputados, presidida por Martín Menem, se registrará la reducción más fuerte: de 5.184 empleados a 4.557, es decir, 627 menos. Esto permitirá un incremento del 10,5% en el poder adquisitivo promedio de los salarios, que rondarán los $3,68 millones mensuales por puesto.
Senado estable, Diputados ajusta
En contraste, la Cámara alta —conducida por Victoria Villarruel— mantendrá estable su planta en 5.018 empleados, con una asignación de $180.475 millones. Aunque nominalmente implica un aumento del 11%, ajustado por inflación marca una caída del 2,7% por empleado.
La Cámara baja, en cambio, recibirá $218.103 millones, un 10,9% más en términos nominales pero con una reducción real de 2,8%. El ajuste se concentra en el recorte de personal, lo que permite sostener la operatividad con un gasto más eficiente.
Áreas administrativas y auxiliares
Las dependencias técnicas y de servicios del Congreso —entre ellas la Biblioteca, la Imprenta, la Dirección de Ayuda Social y la Defensoría de Niños— tendrán en conjunto una partida de $186.920 millones. En este caso, el alza real será del 1% y la dotación bajará en 321 personas, con una mejora del 9,4% en la asignación promedio por empleado.
El objetivo, remarcan fuentes oficiales, es sostener únicamente las funciones esenciales y eliminar gastos superfluos que durante años se transformaron en sinónimo de privilegios políticos.
Comparación con gestiones previas
El proyecto muestra que desde la llegada de Milei al poder hasta 2026, el presupuesto global del Congreso se mantuvo estable en términos reales, con un alza mínima del 0,2%. Sin embargo, gracias al ajuste en la planta de personal, el gasto por empleado tuvo un incremento real del 9,2%.
Esto refleja el compromiso del Gobierno con una administración austera: menos estructura política y mayor reconocimiento para quienes sostienen la tarea legislativa. Una diferencia clara con la etapa kirchnerista, marcada por la inflación del gasto y el uso del Congreso como caja de empleo partidario.